La Federación provincial de asociaciones de padres y madres de alumnos de centros públicos (FAPA Ágora), integrada actualmente por 285 asociaciones aproximadamente, cierra el curso con un balance positivo de los logros obtenidos, tras un año que ha transcurrido con normalidad, según explica su presidente Francisco Mora Sánchez, que a su vez preside la Confederación Andaluza de Asociaciones de Padres y Madres el Alumnado por la Educación Pública (Codapa).

A principio del presente curso había una gran incertidumbre por parte de las familias con respecto a la aplicacióin de la controvertida ley Lomce, y en concreto, con las pruebas de la reválidas, ya que en caso de que un alumno suspenda este examen, tanto en Secundaria como en Bachillerato, no obtiene su titulación. En este sentido, la buena noticia es que se ha logrado ampliar un año el plazo de aplicación de esta prueba, con el objetivo de poder adaptar el currículum, y con la esperanza de que finalmente esta ley se derogue, y los alumnos no tengan que enfrentarse a esta situación.

Francisco Mora señala que esta cuestión era «lo que a las familias más les preocupaba, porque no es justo que un niño se esté esforzando durante cuatro años, y se juegue todo a un solo examen», y destaca que los padres y madres tienen muy presente que «si no titulas no puedes seguir estudiando, con lo cual quedas fuera del sistema educativo».

La presión ejercida hacia la Consejería de Educación, tanto desde FAPA Ágora como desde Codapa, basada en la falta de equidad y de igualdad que tiene la ley, han logrado este margen de tiempo. En este sentido, Mora apunta que las reválidas van «en contra del fin de la educación que es, precisamente, que desaparezcan las diferencias entre unos y otros. Que las diferencias sociales, económicas, e incluso intelectuales, desaparezcan», y considera que con esta ley se beneficia a los alumnos que más capacidades o posibilidades tienen.

El siguiente objetivo de ambas organizaciones es, según declara su presidente, que «en la nueva legislatura haya consenso y, ahora que se está hablando tanto del pacto educativo, que parece que es la moda de todos los partidos políticos, que lo lleven a cabo».

Con respecto a este acuerdo por la educación, tan demandado actualmente, Mora espera que «se haga un pacto en el que, esperemos que desaparezcan estas reválidas en las que el niño se juega todo a un examen», y añade que «es la sociedad la que tiene que pedir ese pacto educativo. Los políticos se tienen que sentir presionados por la ciudadanía». Dentro de las peticiones que se hacen con respecto al posible acuerdo, el presidente de FAPA Ágora apunta que «la ley debe contemplar dos elementos fundamentales: los recursos de los centros y la autonomía de los mismos», entendiendo que ambos elementos «son imprescindibles para que los centros tengan calidad de enseñanza».