Tal como se esperaba, el Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer mantener sin cambios el precio del dinero en el 0% y, pese a que la entidad revisó al alza sus previsiones de crecimiento e inflación hasta el 2020, todo apunta a que los tipos de interés seguirán mucho tiempo en mínimos históricos. El presidente del BCE, Mario Draghi, dio a entender que la nueva previsión de la tasa de inflación de apenas el 1,7% en el 2020 no deja satisfecho al organismo. Esta reflexión abunda en la expectativa de un periodo prolongado de bajos tipos de interés, que algunos analistas sitúan hasta el tercer trimestre del 2019.

Precisamente, Draghi debe finalizar su mandato en el BCE en noviembre del 2019. ¿Habrá una subida de tipos antes de entonces? «Eso sería una buena noticia porque significaría que la inflación se autosostiene», respondió con sorna. Los mercados financieros apenas reaccionaron ante las palabras del presidente del BCE. El Ibex 35 y los principales índices bursátiles europeos se han mantenido en pérdidas. Tan solo el índice alemán Dax ha entrado en terreno positivo, aunque con una ínfima ganancia del 0,03%.

El BCE tiene por mandato contribuir a situar la inflación en torno al 2%, o ligeramente por debajo, con una perspectiva de medio plazo. El organismo revisó ayer al alza sus previsiones de crecimiento e inflación para la eurozona. Así, prevé que el PIB crecerá el 2,4% este año (frente al 2,2% en septiembre); el 2,3% en el 2018 (el 1,8% en septiembre) y el 1,9% en el 2019 (dos décimas más). Además, el BCE publica su previsión para el 2020, de un crecimiento del 1,7%. La previsión se inflación se mantiene en el 1,5% para el 2017, pero se eleva dos décimas para el 2018 (hasta el 1,4%) y se queda en el 1,5% para el 2019. Para el 2020, se prevé el 1,7%.

Draghi admitió que la confianza en lograr el objetivo de inflación a medio plazo es ahora mayor «que hace dos meses». Lo que hace ser pesimista al presidente del BCE es la «nula respuesta de los salarios» al mayor crecimiento económico.

EEUU E INGLATERRA

EEUU -explicó Draghi- se encuentra en otra fase de la recuperación económica, con mayores subidas salariales, y eso justificaría la decisión del miércoles de la Reserva Federal de una nueva alza de los tipos de interés (la tercera este año), hasta dejarlos entre el 1,25% y 1,5%. El Banco de Inglaterra (BoE) decidió ayer mantener los tipos de interés en el 0,50%, después de haber acometido en su anterior reunión la primera subida de la tasa desde julio del 2007.

En la zona euro, el BCE decidió mantener el precio oficial del dinero en el 0% (mínimo histórico en el que permanece desde marzo del 2016) y en el -0,4% la tasa negativa con la que se penalizan los depósitos de las entidades financieras europeas que permanecen improductivos en el Banco Central Europeo.

Según se desprende del comunicado que emitió la entidad, el BCE solo empezaría a pensar en una subida de tipos cuando finalice su programa de compra de deuda pública y privada. En enero del 2018, el ritmo mensual de compra de deuda bajará a la mitad -hasta 30.000 millones- y está previsto mantenerlo en ese nivel «hasta el final de septiembre del 2018», para alcanzar el objetivo de inflación.