Los equipos de las categorías inferiores de los equipos grandes (no necesariamente sus filiales, valgan los ejemplos de Real Madrid, Atlético de Madrid y Barcelona de la temporada pasada: ninguno logró el objetivo) ganan pues porque tienen que ganar, porque cuentan con un delantero de metro noventa con 15 años, que te aguanta más de 10 minutos corriendo a 15 kilómetros por hora si es necesario, que remata todos los balones que llega y que tiene sobrada potencia de disparo. Con un par de jugadores más de esas características, generalmente provenientes de países extranjeros, sin grandes fichas pero con una vida bastante más acomodada que las de sus compatriotas, el fútbol base cumple con el doble objetivo de competir y formar jugadores. Porque mientras se compite con cierta garantía de éxito, los canteranos continuan su camino hacia el fútbol profesional: o bien debutar en el primer equipo o bien salir al mercado para acabar en un equipo profesional, modesto, pero profesional. Acertó de pleno el que llamó "fábrica" a la cantera. Al fin y al cabo, se trata de crear un producto al que se le va a sacar una rentabilidad, bien con su venta o bien con su uso.

Y en esas anda el Cordobita y su nuevo modelo de gestión de la cantera. Una nueva etapa se abre en una temporada en la que los juveniles vuelven a estar en la élite, pero con el filial en Tercera. El objetivo, volver a la categoría de bronce y, sobre todo, que los jugadores lleguen al fútbol profesional.

Para ello, el equipo de Luis Carrión cuanta con varios fichajes como Mauricio o Moha, a priori de garantía, que se mezclarán con canteranos como Fran Serrano, Antonio Sillero, Sebas Moyano, Sergio García, Lucena, Manu Romero... Aún no está definido el equipo. "Hay gente nueva y bastante gente de Córdoba. Se intentará que todos los jugadores buenos de la provincia estén en el club, pero es un trabajo a largo plazo. Algunos que se fueron se han rescatado".

El míster es cercano a los jugadores. No es que pretenda ser su amigo, sabe que ha de mantener cierta distancia, pero quiere que sus futbolistas sepan que pueden contar con él y que está dispuesto a escucharlos. "De vez en cuando, viene bien la cordialidad. Con algunos tienes que ser más serio y a otros darle más cariño".

Antes de comenzar la temporada, el filial ya ha cumplido con parte de su objetivo: Jorge Romero y Javier Poveda, el año pasado en el filial, están este año en el cuerpo técnico de la primera plantilla. "Espero que muchos jugadores lleguen al primer equipo con garantías y que, si después tienen que salir, sea bueno para ellos y para el club".

Sin mirar atrás

Para que esto sea una realidad, Carrión cuenta con Rafa Clavero como segundo entrenador, Cristobal Fuentes como preparador físico y Sebas, como entrenador de porteros. "Todos vienen con muchas ganas, que es lo fundamental para que todo esto mejore. Hay gente con 20 años que no parece que tengan hambre --no es el caso de mis chavales-- y gente con 35 que se quiere comer el mundo", señala el técnico.

El filial todavía no tiene claro sin jugará en la ciudad deportiva --depende de cómo evolucione el césped, al ser Tercera no requiere las medidas de seguridad de El Fontanar, como la separación de aficiones en la grada-- o en el estadio, si los abonados podrán ver los partidos de las categorías inferiores presentando su carné o tendrán que recoger invitaciones. Pero sea donde sea, Carrión quiere que el cordobesismo se involucre con el filial, un filial que la pasada temporada jugando en El Arcángel se vía prácticamente solo, con los seguidores de La Balona haciendo más ruido que los locales, y con una sensación general de abandono por parte del club.

El entrenador no lo ve así y corrige. "Por parte del club nunca nos dejaron y la afición, es normal que el filial siempre lleve menos gente. Es una pena porque al final es el futuro del club, si se hacen las cosas bien. Pero en otros países hay mucha cultura de fútbol base, se conoce mucho al jugador desde que empieza hasta que llega. Espero que este año se mejore todo y tengamos más seguimiento". Y si hay algo que gusta en la grada de cualquier estadio es poder decir de un canterano aquello de "yo vi a tal jugador debutando con el filial, cuando aún no lo conocía nadie". Por eso el míster tiene claro el mensaje: "Ven a verlo y que no te lo cuenten".

Tener donde elegir

"Este año tengo la plantilla bien. Creo que podré tener 20 fichas (la temporada pasada tres fichas del filial estaban ocupadas por jugadores del primer equipo: Campabadal, Fede Vico y Dani Pinillos) y no tendré que tirar mucho del juvenil, que es trastocarlo todo. Si tengo que traer a un jugador porque despunta, perfecto, pero no tenerlo que hacer porque falta gente". Carrión aún tendrá que descartar a varios jugadores que están a prueba con el B.

Instalaciones

De momento, el filial está entrenando en el campo auxiliar de la ciudad deportiva de Rafael Gómez, coincidiendo con el primer equipo en las instalaciones. El resto de categorías inferiores se entrenando en otros campos, donde juegan y donde los seguidores tienen que pasar por taquilla para poderlos ver al no ser instalaciones propias del club. Hay necesidad. "Las instalaciones son las que hay. No nos vamos a quejar ahora. Pero serían mejorables. En la ciudad no hay campos de hierba. La nueva ciudad deportiva es necesaria, no es solo para el club, es para Córdoba. Haría que la gente siguiese a la cantera. Padres y abuelos seguirían los entrenamientos y habría más sentimiento de cordobesismo en la ciudad".

El Córdoba B comenzará la Liga el domingo 23 en Lebrija y la última jornada jugará en Los Barrios

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