NOMBRE XISCO JIMÉNEZ

NACIMIENTO SANTA PONÇA (26 DE JUNIO DE 1986)

MOMENTO REGRESA AL CÓRDOBA TRAS ANOTAR 9 GOLES EN SU CESIÓN MALLORCA

--Me sorprendió lo del título de patrón de embarcación.

Sí, me lo saqué en Córdoba. Tengo un amigo íntimo que conozco de toda la vida y luego, un par de veces que he salido por mi cuenta, también porque los alquilas por días.

--¿Y su amigo se fía?

Sí, sí se fía porque me conoce de siempre (risas). Si no, no tendría tan claro el tema. Pero en este caso prefiero no molestarlo mucho y, como en Mallorca hay una demanda increíble de barcos, está al alcance de cualquiera alquilar un barco un par de días.

--En la última entrevista tenía dos hijos y andaba en negociaciones con su mujer por el tercero.

Ahora voy a por él. Es lo que ha tenido irme a Mallorca, todos estos meses (risas), no me ha quedado otra. Estaba en un callejón sin salida (risas). Tenía niño y niña y espero otro nene.

Definitivamente, le vinieron bien esos meses en su tierra.

Súper bien. Hacía 12 años que me había ido de Mallorca. Volvía de vacaciones, dos, tres, cuatro semanas, periodos vacacionales. Y sobre todo estos últimos años, con los niños y la familia allí, era un poquito más duro. He disfrutado de estos seis meses, rodeado de la familia, de mis hijos, de mis amigos, de todo mi entorno que siempre me ha apoyado en las buenas y en las malas. Se agradece un montón, porque era algo que no había disfrutado. Muchos futbolistas han jugado en los equipos de su tierra, rodeados de su familia, de su gente, y no les ha cambiado mucho el panorama. Nunca estuve en ese ambiente y he disfrutado, pero sobre todo por mis hijos. He disfrutado de ellos, de llevarlos al cole todos los días, recogerlos, llevarlos a actividades extraescolares, reuniones de padres, disfrutar de la vida en familia con mi mujer, que también es complicado por la distancia, y disfrutar de mi madre, porque hacía un montón de años que no iba a comer a casa de mi madre.

Lo personal ha influido en el campo, supongo, además con lo que ha dicho, tras tantos años.

Sí. Seguro que ha influido. Tampoco creo que hasta un nivel muy extremo. Pero sí ha influido el hecho de estar a gusto, en casa y, por ejemplo, parece una tontería porque estando aquí en Córdoba, en Coruña o Newcastle siempre ha venido mi familia y mis amigos a verme, pero no es lo mismo. Jugar allí, domingo tras domingo y saber que tengo a toda mi familia y amigos allí... El Mallorca con eso ganó 50 o 60 socios en diciembre (sonríe), entre mi familia y mis amigos... Tener siempre a 50 personas que venían al campo a verte, aprovechando que ibas a estar esos seis meses allí porque en años anteriores no pudieron hacerlo y cambiaban sus planes para ver el partido a verme era un motivo más para no defraudar a toda esa gente que hacía esos esfuerzos para venir a verme.

Su etapa en el Córdoba ha tenido muchos altibajos. ¿A qué se debe tanto vaivén?

Creo que la temporada del ascenso, al final, a raíz de llegar el Chapi (Ferrer) pierdo protagonismo en el equipo. Llevaba 8-10 goles hasta la fecha, máximo goleador y, de repente, me sentaron y se dejó de confiar en mí. Lógicamente, no me sentó bien. Sentirme un jugador importante y, de la noche a la mañana, dejar de serlo. Muchas veces, inconscientemente, bajas el rendimiento, porque, porque... Porque no estás. Hay cosas que no entiendes a pesar de que manda uno, que es el entrenador, que es lo que importa y al final de esa temporada pierdo protagonismo. En play-off solo juego contra Las Palmas y un par de ratos contra el Murcia y otro rato en Las Palmas. En la fase más importante, un jugador como yo, con la exigencia que había en mí y por todo lo que se suponía que podía dar al equipo, pues no pude hacerlo. En parte entiendo que la gente esté descontenta, que espere mucho más de mí, porque sabe que lo puedo dar. Pero luego había otras cosas que no entendía: ataques personales, insultos y otras cosas que no me parecían tan normales. Esto al final es fútbol y cuanto mejor lo haga yo, mejor para mí, mejor para el equipo, económicamente, futbolísticamente... Yo soy el más interesado en hacerlo bien y cuando las cosas salen mal yo soy el que peor lo pasa. Soy el primero al que le gustaría poder hacer goles en todos los partidos, darle tardes de gloria al cordobesismo, pero no ha podido ser así hasta el momento. Ha habido altibajos y espero que ahora toque un momento alto.

--¿Si hubieran fichado otro técnico en Mallorca habría más posibilidades de que continuara allí?

Pues no lo sé. No se puede saber. De todas maneras, la llegada del Chapi a Mallorca no te digo que es igual que si llega otro entrenador, pero la realidad es que mis opciones de seguir en el Mallorca eran muy complicadas. Sabía que tenía que volver aquí, después de descender sabía que el Córdoba contaría conmigo. Eso me han hecho saber desde el club desde el momento que acabó la temporada y la opción de Mallorca, si te digo la verdad, los seis meses pasados me los tomé como un regalo, prácticamente. Este año ha sido totalmente diferente. Compartimos objetivos y sé que salvo sorpresa no voy a salir del Córdoba. Así que mi mente desde que acabó la temporada y esta pretemporada es hacer las cosas bien para tener un buen año y subir a Primera División.

--Así que esas opciones que le situaban fuera, descartadas.

--Sí, sí. Hombre, no lo puedo decir al 100% porque nunca sabes, pero es muy complicado que salga de Córdoba.

--Si no al 100%, sí que al noventa y tantos...

--Sí, sí, seguro.

--Parece que el objetivo de Oltra es lo opuesto a lo que ocurrió el año pasado: unir, hacer grupo, tener buena sintonía.

--Es que esa es la base principal de un gran proyecto como el del Córdoba, que es ascender. Hay que ser una familia. Son cosas a tener en mente cada uno de nosotros a día de hoy, que hay muchos jugadores del año pasado y también muchos jugadores cedidos, gente que viene nueva. Hay que concienciarse de que si no vamos todos a una y somos un grupo unido va a ser muy difícil lograr los objetivos.

FLORIN ANDONE, IMPROVISADO FOTÓGRAFO DE DIARIO CORDÓBA"¿Me dejas hacer una foto?". Florin preguntaba al final de la sesión matutina y, una vez cámara en mano preguntaba. "¿Cómo es? ¡Ah, sí! Qué guapo". El centro de sus pruebas fue Xisco Jiménez, con el que pidió una foto en compañía después de ejercer de fotógrafo para este periódico. Para ser su primera experiencia el resultado no está nada mal.

--El año pasado se juntó el banquillo con el tema de las salidas.

--Complicado. Sobre todo era lo futbolístico, no poder jugar, no poder sentirte importante dentro del campo, que no te dieran prácticamente la oportunidad de hacerlo. Y luego, lo personal, un poco de todo. Hubo unas cuantas personas que hicieron sangre de un par de cosas que pasaron. Obviamente duele, porque no te gusta verte en según qué situaciones. Pasé unos días malos obviamente, como le podía ocurrir a cualquiera. El problema es que tampoco tenía la opción de darle la vuelta a la tortilla en el campo, porque no jugaba.

--Visto lo visto en Córdoba y Mallorca, ¿es delantero de segundas vueltas?

--No lo comparto para nada. Es verdad que ha dado la casualidad que ahora en Mallorca he rendido bastante bien, pero también porque me han dado confianza, he estado a gusto y las pocas ocasiones que he tenido las he metido. La gente puede creer que he tenido 60 o 70 ocasiones de gol en Mallorca, y no es así. He podido tener 20 o 25 y he marcado 9. De todas maneras, mis números en el Córdoba son de los mejores de mi carrera. No siempre que he jugado he tenido cinco ocasiones y he fallado las cinco. He podido tener una o dos y las he fallado. Luego, en otros partidos he tenido media y la he metido. Creo que mis números en cuanto a goles-partidos-ocasiones no son nada malos, de ahí que la gente sea exigente, y lo entiendo, me gusta porque es bueno para mí. Sé que hay mucha gente que confía en mí y ojalá pudiese estar toda la temporada haciendo unos números.

--Aún hacen faltan incorporaciones, pero ¿qué desea y cree que ocurrirá esta temporada?

--El objetivo es claro, no lo digo yo: lo dice el club, la plantilla y el entrenador. Tenemos que conseguir devolver al Córdoba a Primera. Hacen falta un par de incorporaciones que den un poco más de calidad y empuje al equipo y pienso que con el míster, al que conozco de Coruña, sé que la parte que le toca de trabajo va a ser buena. Ser un equipo constante, seguro, que sea difícil de superar y sobre todo que seamos un equipo sólido, que será lo que nos dará los éxitos.