El Córdoba se ha ganado el derecho a soñar con el sueño. Un partido feo, tenso, brusco por momentos, de esos que luego, pase lo que pase, se recuerdan por lo ocurrido en él. Poco fútbol, por no decir casi ninguno, pero a estas alturas y, además, con lo que hay en juego... A nadie importa a una del final. Y se recordará el encuentro en Son Moix por tantos y tantos condicionantes: el último servicio de Florin Andone, el dramatismo de otro equipo que se va de cabeza a Segunda B, el jugarse el tipo como se lo jugó Héctor Rodas en el gol del triunfo, la cara positiva de Razak, que mantuvo al equipo en la victoria en los compases finales, cuando el adversario empujaba --más con el corazón que con la cabeza-- o el genio de Luso en ese final de encuentro con la adrenalina --la suya y la de todos-- a tope. Hay que insistir: el duelo de Son Moix se recordará por la emoción vivida y porque en una semana, sólo una semana después de meses y meses de nubarrones, tormentas, tonos grises, desesperaciones y pesimismos, el Córdoba vuelve a situarse en plazas de eliminatorias de ascenso --la vía directa era un bocado demasiado grande para esta plantilla-- y lo que es mejor: depende de sí mismo después de los pinchazos del Osasuna en casa ante el Huesca y del Alcorcón en Girona.

El partido en sí tuvo poca historia, al menos, en lo que a juego se refiere, aunque mucha, muchísima en el otro fútbol. Y en él, un protagonista: Florin Andone. El rumano no hizo sino lo que ha realizado durante la temporada. Un futbolista que es capaz de poner en tensión a las defensas rivales y sobre todo a los centrales para terminar matando a no pocos equipos con su eficacia en los últimos metros. A la media hora de partido ya había logrado que Héctor Yuste y Aveldaño vieran la amarilla, incluso alguna de ellas bien pudo ser roja. Y cuando la zaga bermellona ya se encontraba rozando el histerismo terminó de rematarla en jugada de estrategia. Un balón puesto desde el saque de esquina por Fidel era tocado de cabeza por Héctor Rodas (que debió ser atendido) para que Florin, en el borde del área pequeña y sin marca, anotase el tanto que significaría el triunfo blanquiverde.

Hasta ese momento el partido estaba siendo igualado, con un Mallorca muy tenso y un Córdoba que aparecía en ocasiones por el rumano y por Fidel, pero sin ocasiones claras para baleares ni cordobeses. Tras el gol, los locales no reaccionaban y el Córdoba perdió una buena oportunidad de dar la puntilla para cerrar el partido, sobre todo en un disparo de Florin Andone, cómo no, que se marchó por encima de la cruceta por muy poco.

Lo lamentaría el equipo de Oltra, que tras el descanso vio cómo el Mallorca se echaba adelante activado por la entrada de Brandon, al que le dejó su sitio Pereira.

El canterano ya provocó los primeros nervios en la primera jugada de la segunda parte, pero el balón a la espalda de la defensa blanquiverde terminó en saque de esquina.

El partido era algo diferente por el empuje local aunque, como en el primer acto, al equipo de Vázquez le faltaba mucho, muchísimo en los últimos metros. Para colmo, en las contadas ocasiones en las que lograban ver portería con cierto criterio apareció Razak Brimah. El ghanés empezó respondiendo bien a un disparo de Sissoko, pero los bermellones continuaban insistiendo con la conexión entre Damiá y Brandon y un Lago Júnior que prácticamente durante todo el duelo fue superior a Stankevicius cada vez que aparecía por la banda derecha de la defensa cordobesista.

UN PASITO HACIA ATRÁS // Paulatinamente, el Córdoba fue metiéndose, poco a poco, en la cueva y sus hombres de arriba, sobre todo Florin, perdiendo protagonismo. A cada minuto que pasaba el equipo de Oltra daba un pasito atrás, fruto más de la angustia bermellona y sus consecuencias que por el juego o el partido en sí. Oltra intentó arreglarlo dando entrada a Nando por un Ríos que ayer apenas estuvo y sobre todo introduciendo a Víctor Pérez por Caballero. Lo consiguió el preparador cordobesista sólo a medias, posiblemente porque la cercanía del final influía psicológicamente. En cualquier caso, los blanquiverdes conseguían que la insistencia de los locales de entrar por dentro se quedara sólo en intento, mientras que por bandas sólo Brandon provocó más de un susto, aunque nunca en forma de ocasiones.

Y ya en el tramo final del encuentro, con el arreón de los de Vázquez, apareció Razak: primero, respondiendo a un lanzamiento de Lago Júnior que desvió a saque de esquina. Y segundo, mucho más trascendental, a un toque con los dedos a disparo de Ortuño desde la frontal del área. El portero blanquiverde tocó lo justo para que el balón se estrellara en el larguero. El rechace fue recogido por Brandon en el borde del área pequeña, pero también se topó con Razak.

Un par de remates de cabeza de Aveldaño a sendos saques de esquina fueron los últimos estertores del Mallorca por intentar arrebatarle los tres puntos al Córdoba. Los nervios se desataron: Sagués Oscoz expulsaba a dos jugadores del banquillo bermellón. Luego le tocó el turno a Oltra, que también fue expulsado, de manera injusta --aunque legal--, por el colegiado vasco. Un rifirrafe entre Luso y Brandon terminó con tarjeta amarilla para ambos y, sobre todo, al terminar el encuentro, Aveldaño se empeñó en intentar ajustar cuentas de lo ocurrido sobre el césped con Florin Andone, que se despedía como máximo goleador del torneo --junto a Sergio León--, y con el orgullo de que sus goles y su influencia en el juego del equipo --ayer se vio de nuevo-- han sido los pilares fundamentales en los que se ha asentado este equipo.

Un Córdoba que durante décadas ha temido --pocas veces disfrutado-- la última semana de mayo por tantos motivos, pero que la de esta campaña le ha llevado a hacer olvidar muchos meses de sinsabores para sumar nueve puntos de una tacada y meterse en puestos de eliminatorias de ascenso para depender de sí mismo. Lógico que no desee que acabe la Feria.

Ficha técnica:

Mallorca: Cabrero; Company, Aveldaño, Yuste, Oriol: Salomao (Pol Roigé, min. 64), Sabater, Sissoko, Lago Júnior (Acuña, min. 76); Pereira (Brandon, min. 46) y Ortuño.

Córdoba CF: Razak; Stankevicius, Héctor Rodas, Deivid, Cisma; Luso, Caballero (Víctor Pérez, min. 75); Pedro Ríos (Nando,min. 66), Markovic, Fidel (Rafa Gálvez, min. 86); y Florin.

Gol: 0-1, min. 30: Florín Andone;

Árbitro: Gorka Sagués Oscoz, (Comité Vasco). Amonestó a Yuste, Sabater, Aveldaño, a Nadal, segundo portero del Mallorca que estaba en el banquillo; a Cisma, Andone y expulsó al técnico del Córdoba, José Luis Oltra, en el tiempo de descuento.

Incidencias: Partido correspondiente a la cuadragésima primera jornada de la Liga Adelante disputado en el Iberostar Estadi ante unos 14.000 espectadores. El club decretó la entrada libre al campo.