Mucho han cambiado las cosas en la categoría de plata en apenas dos semanas. Por aquel entonces, el Sporting luchaba con cumplir con el objetivo de la temporada y ocupar una de las dos plazas de privilegio para dar el salto por la vía directa a Primera. Mientras, el Jaén se favorecía de la igualdad de la tabla para soñar con meterse en los puestos de promoción tras haber llegado de Segunda B. Y el líder era un inesperado Eibar, consolidado como la revelación de la temporada. Dos jornadas después, ninguno de los tres equipos está donde se le esperaba. Los asturianos han salido incluso del 'play-off', los vascos han cedido el liderato al Deportivo y los jienenses se han metido en la zona roja de la tabla.

También ha cambiado la situación y la perspectiva del Córdoba. Primero, porque volvió el público a un Arcángel que presentó la tercera mejor entrada de la temporada. Segundo, porque se volvió a hablar de fútbol y el equipo fue el protagonista durante los 90 minutos. Y tercero, porque la promoción vuelve a estar más cerca que el descenso, a cuatro y seis, respectivamente.

Quedan todavía 24 puntos en liza para que los más optimistas hagan sus cábalas para que el Córdoba pueda volver a disputar la promoción dos años después. Ocho jornadas para que los pesimistas -o más realistas, según se quiera ver-, cuadren sus cuentas para firmar cuanto antes la salvación del equipo. Pero son ocho partidos aún y todo está por decidirse. Mirar más allá de Hércules no merece la pena. Pero sí mirar para atrás. El Córdoba ganó en El Molinón y repitió ayer en casa tres meses después. Eso es lo que vale.