Antepenúltima comparecencia del Córdoba en Primera División, esta noche, en El Arcángel ante el Athletic de Bilbao. Solo quedarán dos más, salvo milagro sustentado en una épica a la que pocos le tienen fe. "Ni vosotros creéis en la salvación", afirmaba ayer José Antonio Romero, dando la espalda a los números, a las sensaciones, al ambiente que se ha generado en torno al equipo y al club y, casi, a la sensatez. "No me cree ni Dios", decía el cómico y algo parecido ocurría con Romero en su comparecencia en sala de prensa. Pero esos mismos números dicen que el Córdoba puede soñar con pelear la plaza que indica que es el menos malo de los malos y confiar en que haya un descenso administrativo. Aquel clavo ardiendo que asumió la entidad blanquiverde hace ya mes y medio y por lo que toca pelear ahora con Romero, todo positivismo, al frente.

El técnico blanquiverde dará la convocatoria hoy a mediodía y en ella no podrán estar Borja García por sanción ni Iago Bouzón, por lesión. Son duda Iñigo López y Fede Vico, mientras que vuelven a estar disponibles Dani Pinillos (tras cumplir su castigo) y Pantic, ausente en Villarreal por la cláusula de cesión en su contrato. No variará mucho el once del que saltó en El Madrigal, equipo con el que Romero se marchó contento personalizando en Juan Carlos, artífice del punto logrado ante los de Marcelino: "¿Cómo lo visteis? Mentalmente fuerte, emocionalmente muy equilibrado y su cuerpo, ¿cómo estaba? Agil. Era una pluma. Pues así es como queremos que esté todo el equipo", aseveró Romero.

Por su parte, el Athletic llegó ayer sobre las 21.00 horas a Córdoba por carretera tras haber aterrizado en Sevilla y la mayor preocupación para el Córdoba es que, a diferencia del encuentro de diciembre en San Mamés, que supuso el primer triunfo blanquiverde, esta vez sí estará Aritz Aduriz. Un encuentro de "recuerdo amargo" para los vascos, como recordó ayer Valverde, que está inmerso en la lucha por meter presión al Málaga por esa séptima plaza que podría dar billete europeo para la próxima temporada.

Valverde se ha marcado el tope de cuatro triunfos de aquí a final de temporada y uno de ellos ha de obtenerlo esta noche en El Arcángel. Es el clavo ardiendo al que quiere agarrarse el Txingurri . El del Córdoba, ya se sabe. Pasa por aspirar a lo mismo, aunque se le haya olvidado ganar.