En Gijón empieza este sábado el Barça sin Messi (capítulo 2). Cuando no está la estrella y el faro del equipo, recluido en la enfermería durante los próximos 21 días, toca cambiar alguna cosa. Y no superflua. Son cambios estructurales. El Barça de Messi pasa a ser, y de manera provisional, el Barça de Suárez y Neymar. Al menos, en los tres próximos partidos, comenzando esta tarde por El Molinón donde Luis Enrique vuelve a casa para reencontrarse con Pitu Abelardo, su amigo del alma.

«Da igual que juegue o no Messi porque el Barça disfruta de grandísimos recursos», admitió el técnico del Sporting. Idéntica reflexión salía también desde Barcelona. «Cuando faltó Messi, la plantilla respondió de maravilla», pregonó orgulloso Luis Enrique, recalcando que dispone de «recursos más que suficientes» para cubrir la ausencia del mejor futbolista del mundo. Sin Messi, el Barça cambiará la forma de jugar.

DE LA DERECHA A LA IZQUIERDA

Para empezar, el foco de luz ofensivo se trasladará de banda. ConLeo en el campo, todo arranca en el flanco derecho, convertido en la base de operaciones de un jugador único, capaz de influir aunque esté a 50 metros de la portería. Ahora le toca a Neymar liderar el ataque del Barcelona desde la banda izquierda, asumiendo la responsabilidad junto a Luis Suárez.

No es la primera vez que ejecuten ese rol. Hace un año, prácticamente por estas mismas fechas, y coincidiendo también con otra lesión de Messi(entonces más grave porque estuvo dos meses de baja), ambos delanteros impulsaron al Barça con sus goles: 23 de los 27 goles llevaban su firma.

EL RECUERDO DEL BERNABÉU

Capaz, al mismo tiempo, el equipo de rubricar una imponente goleada en el Bernabéu (0-4 con Messi de suplente, apareció en la media hora final) como sello de su capacidad para superar la orfandad de no tener al mejor a su lado.

Suárez estuvo más certero que nunca: 12 goles en 10 partidos, incluyendo los dos que dieron el triunfo a Las Palmas minutos después de la lesión de la estrella la pasada temporada. Neymar, 11 goles en 10 encuentros. «Espero la mejor versión de mis jugadores. No les pido un extra, no. Pido el máximo, siempre lo dan», recordó Luis Enrique, convencido de que se reeditará la reacción del Barcelona.

Además, el técnico no se mostró inflexible en el dibujo táctico que pueda emplear en Gijón. «Cambio? Contemplo y barajo todo», subrayó el entrenador azulgrana, quien decidió ocultar sus planes. «Siempre me planteo opciones, pero todo lo que sea no darle pistas al rival», añadió después para justificar su hermetismo.

Ni siquiera el hecho de ir a El Molinón, el estadio donde inició su carrera deportiva, alteró los planes del técnico asturiano. Arda Turan, Rafinha y hasta Denis Suárez se postulan para jugar en el sitio que deja vacante de Messi. En el sitio, sí; pero conscientes todos de que es un desafío imposible. Más bien, utópico.

ALEIX VIDAL, DESCARTADO OTRA VEZ

Si no está Messi, hay que jugar de otra manera y hasta incluso con otro modelo. En Gijón se verá la respuesta que tiene Luis Enrique, quien volvió a dejar fuera de la convocatoria a Aleix Vidal. Lleva cuatro partidos consecutivos en la grada. «No tengo ninguna queja de Aleix Vidal, se entrena a las mil maravillas», contó el técnico un par de horas antes de facilitar la lista de 18 jugadores.

No censuró, en ningún momento, al exdefensa del Sevilla, pero con sus decisiones es más rotundo que nunca. Solo tenía que dejar en Barcelona a un futbolista debido a las lesiones de Messi y Umtiti. Masip, el tradicional descarte en la portería, era fijo. Y Aleix Vidal, también. «Si hay un entrenador con el que el jugador puede cambiar su situacón, ése soy yo», le retó Luis Enrique al defensa.