Siempre que el Córdoba vive una situación extraordinaria, el que pasa por sala de prensa para dar las explicaciones pertinentes es Abel Gómez, el capitán del equipo. Hasta la presente, las situaciones extraordinarias tenían un marcado carácter negativo. De hecho, las dos últimas comparecencias del sevillano ante los medios fueron tras la destitución de Pablo Villa, antes de que Luis Carrión se sentara en el banquillo cordobesista en Los Pajaritos, y para que explicase cómo vivía la plantilla toda la situación extradeportiva que rodeaba al encuentro ante el Murcia, declarado como medio día del club, con manifestación previa incluida. Y Abel siempre ha mantenido el mismo mensaje. Si cuando la entidad blanquiverde decidió prescindir de los servicios del técnico alcorconero el centrocampista aseguraba que el equipo "no estaba tan mal", ahora el segundo máximo goleador entiende que "cuando se tiene una racha positiva así hay que refrendarlo".

"Todos debemos ser optimistas. Para nosotros lo más importante es el partido del sábado y esos tres puntos para tener la ilusión de acabar el año lo más arriba posible", dijo ayer Abel Gómez en referencia a la racha de tres victorias consecutivas, la mejor dinámica que ha tenido el Córdoba tras la sorpresiva victoria en El Molinón, la remontada ante el Alcorcón y los tres puntos cosechados en el Rico Pérez. El sevillano ha pasado del "estamos jodidos por no haber podido dar más en estos partidos para que no hubiera ocurrido esto" al "en dos o tres semanas se puede cambiar la dinámica de resultados y te hace estar en una posición bastante mejor de la que estábamos y con mucha ilusión de seguir ganando partidos" en la que se encuentra ahora la plantilla.

Tras la derrota en casa ante el Eibar, que le costó el cargo a Villa, Abel manifestó que "estamos a dos puntos del play-off y vamos a seguir peleando por estar arriba, pero se ha querido hacer ver que el equipo era un desastre". Ayer el centrocampista reconocía que aquella fue la "fase más crítica, se pasa mal, hay que ser sinceros". Ahora ya se ha superado aquella mala racha, pero el capitán rebaja el grado de euforia. "Si ganas tres partidos y crees que lo tienes todo hecho y sacas pecho, en esta categoría lo pagas", entiende.