De todas las grandes áreas ajardinadas de las ciudad, solamente disponen de pozos propios el Paseo de Rojas y la Barriada de Blas Infante, donde se ha observado una bajada del nivel freático, razón por la que está echando mano del agua potable, como sucede en más de un 80% de las zonas verdes de la localidad. Para remediar la situación planteada en las zonas más perjudicadas por la sequía se está multiplicando el número de riegos que reciben sus plantas, intentando que las mismas puedan recuperar su aspecto habitual, un esfuerzo que ya empieza a notarse en algunas de ellas. Miguel Villa ha informado que tantos jardines requieren un equipo humano considerable. Actualmente son 10 jardineros en plantilla del Ayuntamiento y otros 5 contratados, aunque en ahora en vacaciones solo hay 12.