El equipo redactor del proyecto de reurbanización de la plaza de Andalucía, los arquitectos María Eugenia Falder Rodríguez y Pedro Borja Muñoz Sánchez, han sido explícitos al afirmar que el Plan Especial del Conjunto Histórico (PECH) "es un trabajo de investigación bien hecho". El PECH, como herramienta de protección del conjunto patrimonial, marca las actuaciones Feder de reurbanización en el entorno del conjunto monumental del recinto amurallado, como la alcazaba almorávide, alhóndiga, capilla de las Angustias, y ahora en la plaza de Andalucía. Para Falder, la mejora ambiental y urbana desde un carácter integral han sido premisas del proyecto de actuación en la plaza de Andalucía. Pero Falder señala que la clave es el patrimonio que coincide en este espacio urbano.

Históricamente, la plaza está definida por la muralla almohade, fortificación defensiva que muestra en este punto una de sus puertas en recodo; la entrada a la villa por la Puerta del Sol, donde asoma el balcón renacentista del alarife Hernán Ruiz II en el Palacio de Portocarrero; la antigua alhóndiga y el Ayuntamiento. También a la plaza asoma por Portocarrero la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y su torre. La plaza de Andalucía ha sido desde el siglo XII el espacio que ha articulado la ciudad con diferentes funcionalidades. Como testimonio del legado patrimonial, una placa mostrará un fragmento de la obra literaria de Luis Portocarrero, VII Señor de Palma.