Iznájar celebró ayer el vigésimo aniversario del hermanamiento de este municipio con la localidad barcelonesa de Santa Margarida de Montbui. A este acto asistió la delegada del Gobierno andaluz en Córdoba, Rafi Crespín, quien destacó «el valor del vínculo entre dos territorios» y calificó el hermanamiento como «un ejemplo de lo que Andalucía defiende: trabajar con templanza, desde el respeto a la ley, desde la convivencia y poniendo a las personas por delante de los territorios». Crespín puso de relieve el vínculo entre Iznájar y Santa Margarida de Montbui «porque el destino del primero quedó unido al segundo con el paso de las generaciones desde que los primeros iznajeños asomaron por tierras catalanas».

Por su parte, el alcalde de Iznájar, Lope Ruiz, recordó que el Ayuntamiento acordó, en sesión plenaria, reforzar y mantener este hermanamiento, que en los años 70 acogió a un número importante de iznajeños que emigraron buscando mejores oportunidades. Y el alcalde de Santa Margarida de Montbui, Teodoro Romero, manifestó que el hermanamiento viene a reconocer una realidad de su municipio, resaltando que «quien pierde su origen pierde su identidad». Romero afirmó que Cataluña y sus municipios «son una suma de gentes procedentes de diversos territorios y esos diversos orígenes aportan riqueza y diversidad a una tierra como la catalana».