Cuatro hombres y tres mujeres han sido acusados por el ministerio público por protagonizar una pelea a palos a causa de un juicio en el que uno de los agredidos declaró contra otro. Para ellos el fiscal pide diversas penas que van desde multas a cuatro años de prisión, en algunos casos, por un delito contra la Administración de Justicia y varios de lesiones.

El fiscal relata en su escrito que el 12 de diciembre del 2012, dos de los acusados agredieron en las inmediaciones del Camino Carbonell a un testigo al que llamaron "chivato" por declarar el día de antes en contra de la familia de un conocido. El mismo día y en el mismo lugar, pero unas horas más tarde, se encontraron los dos "bandos" y se enzarzaron en una pelea en la que "emplearon palos". De la trifulca salieron incluso con traumatismos craneoencefálicos y fracturas.