El reparto de papeletas de sitio, lugar que ocupa cada hermano en la estación de penitencia, encara en esta semana los últimos días. Así, hasta el viernes hay cofradías que están inmersas en el tradicional reparto, mientras que otras hermandades lo acabaron hace ya alguna semana.
Distintas cofradías consultadas por este diario señalan que "por el momento no se ha notado mucho la crisis, estando respondiendo los hermanos como en años anteriores". En este sentido, Manuel Quirós, hermano mayor de la cofradía de la Paz, señala que aún queda el viernes para el reparto pero en general "está como el año pasado, rondando las 700 papeletas de sitio".
Una participación y a la vez un esfuerzo que la totalidad de las cofradías consultadas valoran, teniendo en cuenta que participar en la procesión supone un elevado coste, sobre todo para aquellas familias en las que "salen varios miembros".
EL COSTE El primer coste para salir en una cofradía es la cuota de hermano, cuya media está entre 20 y 30 euros, donativo del que hay que estar al día para poder retirar la papeleta de sitio.
A esto hay que añadirle el coste de la papeleta de sitio, que varía según el puesto que ocupe. De este modo, portar un cirio sale de media por 17 euros, siendo el importe más barato. Un precio que sube si el hermano quiere portar algún atributo; de este modo, por enseres como incensarios, bocinas o varas se suele pagar más de 25 euros, mientras que las presidencias y antepresidencias pueden llegar a los 300 euros en algunas cofradías.
Dentro de este precio se incluye el préstamo de la túnica, que una vez concluida la estación de penitencia se devuelve.
A este respecto, se presentan algunas novedades cara a la Semana Santa 2015 ya que algunas hermandades como la Misericordia, Sentencia y Prendimiento han anunciado que los hermanos deberán hacerse cargo del hábito, que tras pagarlo pasará a ser de su propiedad.
En el caso de la Misericordia desde este año ya se puede adquirir la túnica de la hermandad en propiedad, a un simbólico precio de 15 euros.
Un camino que abrió la hermandad de la Esperanza en 1997 cuando obligó a sus hermanos nazarenos a adquirir la túnica en propiedad.
