El bromatólogo José Ferreiro, del hospital Reina Sofía, subraya que «es imposible recomendar qué alimentos se pueden comer o cuáles no y tampoco podemos tenerle pánico». Para ello, sugiere mantener una dieta equilibrada, «sin excluir ningún alimento en particular».

De este modo, Ferreiro hace hincapié en que «debemos de tomar medidas preventivas en nuestros hogares para evitar la proliferación de bacterias».

El Real Decreto 3484 del año 2000 regula el mantenimiento de los alimentos en establecimientos y restaurantes, y sugiere las temperaturas óptimas de la seguridad alimentaria, ya que de lo contrario «podría favorecer el crecimiento de bacterias», señala Ferreiro. Los rangos de temperatura recomendados son entre 70º y 75ºC los alimentos calientes; los alimentos fríos para consumir en el día deben mantenerse a 8ºC, y a 4ºC los fríos que se van a consumir 24 horas después de su refrigeración.

Ferreiro explica que, en época estival, es recomendable «evitar que los productos preelaborados queden fuera del congelador» y, en su lugar, que se lleve a cabo «la refrigeración automática». Los cordobeses deben cuidar el estado en el que se encuentra la coloración del agua y han de tener precaución en la desinfección de frutas y hortalizas, al igual que los utensilios de la cocina, ya que se trataría de un tipo de contaminación cruzada, «porque, inconscientemente, estamos trasladando las bacterias del utensilio de un alimento a otro», explica el bromatólogo. JOANA PIZARRO