A clásicas preguntas filosóficas como "¿quiénes somos?", "¿hay inteligencia más allá de este mundo? " o "¿qué sentido tiene la vida?" en Córdoba, por estas fechas, habría que añadir una más: "¿Hay vida perolística más allá de San Rafael?" La buena noticia es que al menos para esta última cuestión filosófica existe una respuesta afirmativa este año porque a pesar de que el otoño comenzó lluvioso la costumbre de los peroles no se limitó el pasado puente, ni mucho menos, al día de San Rafael.

Incluso hay números y estimaciones, como las que ayer ofreció la empresa que ha empezado a gestionar el bar--restaurante de la zona recreativa de Los Villares, que cifra en torno a las 15.000 las visitas recibidas en este parque periurbano, según el número de vehículos llegados, todo ello con una afluencia "récord" el día 24, un sábado con menos bulla pero también con muchos usuarios y un domingo donde la llegada de visitantes fue ligeramente menor que la del día de San Rafael, pero también enorme. La situación puede extrapolarse a otros lugares clásicos de peroles, como el histórico de La Palomera, a zonas de Trassierra o en las explanadas junto a la Carrera del Caballo. Y todo ello plagado de las típicas escenas de niños corriendo o de pugnas por los aperitivos, por quien guisa mejor el perol o por la a calidad del arroz. Por cierto, entre las anécdotas puede citarse, como detallan en el bar--restaurante de Los Villares, los típicos casos de olvidos, como tres ocasiones en las que los perolistas se encontraron sin arroz cuando llegaron al parque periurbano. "Normal. Entre tanta gente es imposible que todo el mundo se acuerde de llevarlo todo", explicaba ayer Antonio Luis Cabrera en Los Villares.

En todo caso, parece que este año, quizás porque es una forma económica de diversión y ya se arrastran muchos años de crisis, la gente ha cogido con ganas lo de ir de perol. Ya el primer fin de semana de octubre, aprovechando unos día de sol, Los Villares recibieron una afluencia desacostumbrada. Eso sí, se trataron de perolistas de fiambrera porque aún estaba vigente la prohibición de encender fuegos. Y respecto al futuro, parece que la racha continuará al menos durante el próximo fin de semana, según los pronósticos soleados del tiempo para el próximo fin de semana. En resumen: que hay peroles para rato.