Juan de Mesa ya tiene monumento en Córdoba. A mediodía de ayer, bajo una lluvia incipiente que se hubiese evitado si la alcaldesa hubiese llegado puntual --justificó su demora ante la megafonía--, Rosa Aguilar y Francisco Alcalde descubrieron la obra que el escultor José Manuel Belmonte ha dedicado al autor de la Virgen de las Angustias, imagen de Mesa y titular de una cofradía cuyo hermano mayor, Francisco Ruso, ocupó un lugar destacado en la presidencia del acto.

Sonó Córdoba cofrade mientras se dejaba caer el paño rojo que cubría la estatua, a cargo de la banda de música de la Esperanza, que no pudo reestrenar --precisamente por la lluvia-- la marcha Recuerdo , de Eduardo Lucena, compuesta para la procesión del Santo Entierro de 1883 y rescatada por dicha formación musical.

Entre el numeroso público congregado, estaba la junta de gobierno de la Agrupación, hermanos mayores y cofrades. También estaba Carlos Puya, un joven costalero de elevada estatura que ha quedado inmortalizado al prestar su rostro y su figura al imaginero barroco, del que no se conserva ni una sola representación gráfica que facilite cómo fue su fisonomía.

A la hora de los discursos, el escultor Belmonte explicó la escultura: "Juan de Mesa pensativo y la mano del Cristo de las Angustias como sugiriéndole la creación de la obra". Francisco Alcalde aseguró que "Córdoba salda hoy una deuda de casi cuatro siglos con el ilustre imaginero", y recalcó que en la base del monumento figuran los escudos de la Agrupación de Cofradías y de la hermandad de las Angustias. Y Pedro Soldado, delegado diocesano de Cofradías, que asistió al acto en nombre del obispo, pidió a los presentes que "el sufrimiento de Cristo que reflejan las obras de Mesa nos haga pensar en el dolor de nuestros semejantes para ayudarnos a aliviarlo".