Raquel tiene dos hijos que hasta el pasado diciembre, cuando le fueron concedidas medidas cautelares, asistían a clase en colegios distintos. El mayor cursaba 1º de Primaria en el colegio Santa Victoria y San Acisclo y la pequeña, de 3 años, inició el curso pasado Educación Infantil en Sansueña. "Cuando nos tocó elegir centro con el niño, no nos dieron plaza en ninguno de los cinco colegios que habíamos seleccionado, lo escolarizaron donde quedó hueco, así que desde primera hora intentamos sin éxito cambiarlo", explica Raquel. "Cuando la niña entró en Sansueña, solicitamos que su hermano entrara con ella y lo denegaron argumentando que estaba todo cubierto y no se podía ampliar la ratio cuando la ley permite superarla hasta un 10% como máximo y era la práctica habitual en años anteriores", señala esta madre, que asegura haber intentado negociar "por las buenas" otras opciones posibles para tener a sus dos hijos en el mismo colegio, pero que todas sus propuestas fueron rechazadas. Viendo que la vía judicial era la única opción, afirma Raquel, decidió llevar el asunto a los tribunales, solicitando mientras medidas cautelares para su hijo, que desde diciembre ocupa su asiento en el colegio Sansueña. En marzo, la Audiencia Provincial les dio la razón afirmando que la intepretación que la Junta hacía de la norma era errónea. Educación recurrió la sentencia al TSJA, que en julio volvió a dar la razón a los padres, esta vez basándose en "la confianza legítima" que tenían éstos para esperar la reagrupación con ampliación de ratio, en base a la práctica de años anteriores. Conseguir que sus hijos estén en el mismo colegio les ha costado "sudor y lágrimas", pero no se arrepienten. "Además del trastorno que suponía tener a cada niño en un colegio, los padres tenemos derecho a elegir centro y a que nuestros hijos estén agrupados en el mismo centro, la educación de los hijos es algo muy serio", recalca.

Su caso no es el único. La plataforma de afectados por la separación de hermanos habla de al menos medio centenar de casos en Córdoba. Jacinto es uno de ellos. Tiene cuatro hijos, tres de 16, 14 y 4 años en Las Teresianas y una de 8 en La Milagrosa. Lleva tres años intentando agruparlos a todos en el mismo colegio y no hay manera. "Primero me decían que la ratio ya estaba ampliada y no se podía salvo que hubiera bajas y ahora que ha habido bajas me dicen que ya no se amplía la ratio más". Según este padre, que este año irá también por vía judicial y solicitará medidas cautelares, "no nos han ofrecido opciones, nos hablaron de agruparlos en uno público cuando no hay centro público que tenga desde Bachiller a Infantil". Según relata, las mañanas son una odisea debido a esta situación, que les obliga a dejar a todos sus hijos en el comedor. El, que es médico en Montilla, y su mujer, que trabaja en un banco, se dividen todos los días a las siete de la mañana para llevar a una al aula matinal de La Milagrosa y al resto al aula matinal de Las Teresianas. "Es una locura, los horarios no coinciden y cada centro está en una punta", explica.

Por su parte, Educación ya ha anunciado que el próximo curso no ampliará la ratio para reagrupar hermanos "salvo que la plaza sea para el mismo curso" (es decir, gemelos), frustrando así las expectativas del resto de afectados, que insisten en que su petición no es un capricho y en que las delegaciones de otras provincias sí están aceptando la ampliación de ratio hasta un máximo del 10% cuando se trata de hermanos.