Bomberos que se van por su cuenta a la isla de Lesbos para rescatar en el mar a refugiados, asociaciones que buscan soluciones y ofrecen consuelo a personas con enfermedades raras, salineros de toda la vida que se entregan a la defensa de ecosistemas en peligro, antiguos universitarios que inventan aplicaciones informáticas con las que mejorar la vida de personas, ayuntamientos que se vuelcan con los voluntarios, maestras que entregan el tiempo de su jubilación a ayudar a gente sin recursos, niños que escriben cuentos con los que ofrecer esperanza o medios de comunicación que se implican en la concienciación y la solidaridad. La Consejería de Igualdad y Políticas Sociales celebró ayer en Córdoba los actos para conmemorar el Día Internacional del Voluntariado, el día de la gente que se preocupa por la gente. En Andalucía, hay más de 440.000 personas que trabajan de forma desinteresada en más de 3.000 entidades sin ánimo de lucro volcadas en construir un mundo mejor.

Algunos de esos voluntarios recibieron ayer los premios a su entrega de manos de la consejera de Igualdad, María José Sánchez Rubio; la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio y la vicerrectora de Vida Universitaria y Responsabilidad Social, Rosario Mérida, a quienes acompañaron un nutrido grupo de representantes institucionales entre los que hubo presencia mayoritaria femenina.

La cuota cordobesa de solidaridad la aportó la Asociación Cordobesa de Afectados por Espondilitis Anquilosante, pionera en España en defender los derechos de estos enfermos con el apoyo del doctor Collántes Estévez, cuyo presidente, Jesús de la Haza, aseguró que la razón de ser de los voluntarios «se resume en una palabra: felicidad», ya que «ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad», dijo parafraseando al escritor cubano José Martí.

Un grupo de escolares cordobeses de Primaria y la ESO (Lucía Ruiz, Miguel Requena, Marta Pedraza, Lorena Ojeda, Pilar León y Elena Cost) también recibieron el homenaje de la sociedad, ya que fueron premiados, junto a escolares de todas las provincias andaluzas, por los cuentos que escribieron para el certamen literario Solidaridad en letras en el que han participado 1.39 alumnos de 117 centros educativos. El acto, cargado de emotividad, distinguió en esta décimo sexta edición a Cándida Camacho, fundadora de Tomares comparte, a la Asociación Promoción Social 28 de Febrero de Linares, a la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad de Huelva, a los bomberos de Sevilla, a la corporación local del Ayuntamiento de Vícar, a la Radio Televisión Marbella, a la Plataforma del Voluntariado de Granada y al Fondo para la custodia y recuperación de la Marisma Salinera--Salarte Puerto de Santa María.

Entre las frases memorables que se escucharon en el acto, me quedo con la del periodista de la televisión marbellí: «No hay que ser el llanero solitario, hay que ser Fuenteovejuna».