Un conductor de 27 años de edad ha aceptado una pena de un año y seis meses de cárcel por un atropello mortal que ocasionó el 30 de diciembre del año 2006, en el que murió un ciclista de origen rumano. Según recoge como probado la sentencia, sobre las 3.30 horas del 30 de diciembre del 2006, el ahora condenado conducía por la antigua carretera N-IV cuando, a la altura de la gasolinera de San Carlos, dirección polígono de Las Quemadas, no se apercibió de que circulaba una bicicleta conducida por un rumano.

El fallo destaca que este joven circulaba de forma inadecuada y sin adoptar las debidas prevenciones, no se apercibió de que junto al borde de su carril de circulación había una bicicleta, colisionando con la misma, lo que produjo la caída del ciclista y la muerte inmediata del mismo.

La sentencia resalta que el acusado se marchó del lugar y fue localizado un rato más tarde, confesando su participación en el hecho. Una vez que se le practicó una prueba de alcoholemia al conductor del vehículo, dio resultado positivo, de 0,50 y 0,47 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, si bien la sintomatología que presentaba no era de grave afectación. La sentencia añade que este factor, unido al cansancio y circunstancias de escasa viabilidad de la vía, ayudaron en la producción del accidente. La esposa e hijos del fallecido no reclaman al haber sido indemnizados por la entidad aseguradora del vehículo. Al conductor se le condena por un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte, pena que además del año y medio de cárcel conlleva a su vez la privación durante un año y 4 meses del permiso de conducir.