La más que efímera aventura de Flysur, la primera línea aérea de vuelos regulares nacida de capital andaluz, toca a su fin. Salvo que in extremis aparezca un socio dispuesto a invertir, a hacerse cargo de la gestión y a convencer a los actuales accionistas, la estrategia prevista es la liquidación de la compañía, dado que sus actuales accionistas no pertenecen al sector aéreo y no le ven sentido a continuar con esta empresa. Así lo confirmó ayer el consejero delegado del Grupo Prasa, Juan Carlos Romero, quien señaló que "el proyecto de compañía aérea se acabó por nuestra parte".

Por su parte y también por la de los otros dos accionistras que quedan en la empresa, Corporación Alisios y FMF Joyeros, que, con Prasa, se reparten equitativamente a tres bandas una sociedad en la que han desembolsado un capital de 1,95 millones de euros que se "se ha consumido casi en su totalidad". Del accionariado de Flysur, o de TAER Andalus, salieron dos socios minoritarios que eran precisamente los que conocían el sector aéreo: el consejero delegado, Eduardo Gavilán, que representaba a la firma Skyjet Gestion, y Fernando Espejo, de Trabajos Aéreos Espejo. Permanecen en la firma "los que entrábamos para apoyar con capital", de manera que "no tiene sentido que nos quedemos los que no conocemos el sector", aclaró Romero. Así las cosas, la junta general de la compañía se reunió recientemente y acordó su liquidación, nombrando una comisión liquidadora "que vea las deudas de la sociedad, las solvente y lleve a cabo un cierre ordenado" de la misma, añadió.

POCO MAS DE UN MES Flysur operó durante poco más de un mes en el aeropuerto de Córdoba, con vuelos diarios a Barcelona y en días alternos a Bilbao y a Vigo. La primera línea aérea regular andaluza empezó con enorme ilusión el 4 de septiembre de 2008, pero el 20 de octubre dejó de volar al no haber conseguido suficiente ocupación en los vuelos como para hacerlos rentables. Se achacó el fracaso a las condiciones del aeropuerto de Córdoba que impedían ajustar mejor los horarios, pero lo cierto es que Flysur empezó a operar en plena crisis económica y no tuvo la respuesta esperada.

Se tenía la esperanza de que en el futuro, cuando la reforma del aeródromo estuviera terminada o antes, si se encontraba un aliado, Flysur volviera a operar. Al parecer, no podrá ser así. "Desde octubre hemos buscado un socio capaz de llevar la compañía, pero no lo hemos encontrado", señala el consejero delegado y vicepresidente de Prasa.