Rebuscando datos sobre un eminente cordobés, don José María Rey Heredia, hombre de altísima cultura y que murió en la calle que lleva su nombre el 18 de febrero de 1861, me propuse visitar su tumba, en nuestro Cementerio de la Salud, para ver en qué estado se encontraba.

Este enterramiento fue costeado por la Corporación Municipal cordobesa, que entonces presidía don Carlos Ramírez de Arellano, quien dos días después de la muerte del patricio cordobés propuso a la Corporación concederle los máximos honores, cosa que fue aprobada por unanimidad.

Según testigos presenciales de cuanto ocurrió en los funerales de José María Rey Heredia, "jamás habían visto un gentío tan grande como el que en la tarde del 19 de febrero acompañó al cadáver hasta su última morada".

Del mismo modo, el 15 de julio de dicho año, se colocó en la sala de sesiones del Ayuntamiento el retrato que la Corporación mandó hacer al pintor Juan de Dios Monserrat, a cuyo pie se puede leer, y que está en la galería de la primera planta de nuestro Ayuntamiento: "Para perpetuar la ilustre memoria del sabio profesor de la Universidad Central y escritor, don José María Rey y Heredia, mandó hacer el presente retrato la Municipalidad de Córdoba, su patria, en 1861".

La tumba de José María Rey Heredia, que nació en la calle los Moriscos, se encuentra en la actualidad en estado lamentable de abandono; es por lo que desde aquí quisiera mandarle un mensaje a "quien corresponda", para ver de adecentar un poco la tumba de uno de los cordobeses más ilustres que ha dado la historia.

Decir, finalmente, que el sepulcro lo diseñó el arquitecto municipal don Rafael Luque Lubián, y lo trabajó el marmolista italiano afincado en Sevilla José Frápali.

Rafael Prados Flores

Córdoba