La ministra de Cultura, Carmen Calvo Poyato, defendió ayer la cultura del vino durante el nombramiento del hispanista irlandés Ian Gibson como Embajador de los Vinos de Montilla. Calvo, que presidió el acto de investidura organizado por la Cofradía de la Viña y el Vino de Montilla en la sacristía de la bodega Rafael Espejo de la cooperativa La Unión, aseguró que "el vino forma parte de la civilización" y que como tal es apoyado por el Gobierno de la nación, lo que no impide que exista una lógica preocupación por el consumo de alcohol entre los menores, en referencia al proyecto de ley que regulará el consumo de alcohol. Añadió que "defender el vino no quita que seamos responsables".

La Cofradía de la Viña y el Vino decidió unánimemente apoyar el nombramiento de Gibson como Embajador del Vino tras escuchar las razones expuestas por la ministra de Cultura, que le hacen merecedor de esta distinción. Carmen Calvo, miembro del colectivo vinícola, señaló que el nombramiento del escritor "va a beneficiar al buen nombre de Montilla". Destacó, asimismo, la calidad del trabajo que realiza Gibson "sobre algunos de los personajes más importantes de nuestra historia y literatura".

El escritor pronunció un emotivo discurso al ser nombrado Embajador de Honor y miembro de la Cofradía de la Viña y el Vino, no sin antes renunciar "públicamente al agua y sus derivados" y prometer difundir el vino autóctono en cualquier lugar del mundo en el que se halle, "renunciando a otras bebidas que afectan a la inteligencia y que adormecen la libido".

Ian Gibson, por su parte, consideró que el nombramiento "es un gran honor porque el vino y Andalucía son muy importantes en mi vida". Añadió que el vino requiere ser entendido como elemento cultural, aunque debe ser consumido con moderación".

En el curso del acto intervinieron el periodista José Nevado; el presidente del Consejo Regulador, Manuel Pimentel, quien destacó la calidad de los vinos autóctonos, a los que vinculó con la cultura, el arte y la economía de un amplio territorio del sur de la provincia.

El alcalde de Montilla, Antonio Carpio, resaltó la labor realizada por la Cofradía del Vino, a la que consideró como un patrimonio de la localidad que debe ser dinamizado para la difusión y promoción de los caldos locales.

Los cofrades y sus acompañantes realizaron una ruta por la Sierra de Montilla deteniéndose en tres lagares: Las Puentes, en la carretera que comunica Montilla con Cabra; Los Raigones, cerca de la localidad castreña del Llano del Espinar; y la Cañada Navarro, en la vereda del Cerro Macho.

La ministra se mostró convencida de que es posible compaginar la defensa del vino con la preocupación por el consumo de alcohol entre los jóvenes.