Dentro de tres semanas, Andalucía amanecerá en azul o en rojo. Si el PP de Arenas logra la mayoría absoluta que le anotan las encuestas, el Sur de España se sumará a la marea azul que ocupa casi todo el poder del país. El PP será un partido absolutísimo y podrá colgarse la medalla de haber acabado con 30 años de poder de los socialistas en la Junta de Andalucía. Si, contra pronóstico, el PSOE conserva el que ha sido su gran bastión, tendrá en Andalucía su base de operaciones para recuperar liderazgo social y dejar atrás su peor momento político. Azul o rojo: decidirán 6.404.623 andaluces.

El PP es el favorito

Por primera vez el PP llega a unas elecciones andaluzas como favorito indiscutible. En 1996, tras la pinza con IU, las encuestas situaron a Javier Arenas en la presidencia. Fallaron. Ahora no solo hablan los sondeos. El PP ha hecho historia, ganando a los socialistas en las municipales de mayo y en las generales de noviembre, por 7 y 9 puntos. Por decisión del presidente Griñán, las andaluzas se mantuvieron en primavera y se desligaron de las generales. No ocurría desde 1990. Los socialistas calcularon que si iban el 20-N de la mano de Zapatero no iban a tener ninguna oportunidad. El hecho de que las autonómicas se celebren en solitario puede influir a la baja en la participación.

Viejos conocidos

José Antonio Griñán, que fue aupado a la Junta de Andalucía en abril del 2009 en una operación sucesoria diseñada por Manuel Chaves, se enfrenta por vez primera a las urnas como candidato por Sevilla. Es de la generación de Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba. Se estrena pero dista de ser novato. Para Javier Arenas, que se presenta por Almería, es su cuarto intento, tras topar con mayorías socialistas en 1990, 1994 y 2008. Los populares se aferran a la mayoría social que parece clamar por la alternancia después de tres décadas de hegemonía socialista. Desde el PSOE han replicado con un vídeo en el que muestran los datos más impopulares del currículum del popular (Arenas, quien no te conozca que te compre). Los candidatos de PSOE y PP viven momentos internos en sus partidos muy diferentes. El PSOE-A, que no ha superado con éxito el cambio en el puente de mando, está en un proceso de desmoronamiento. El congreso federal o la elaboración de las listas han destapado un partido sin unidad, noqueado tras las derrotas. El PP que arropa a Javier Arenas vive uno de sus momentos más dulces, sobran poder y cargos, no hay contestación interna y sí una especie de adoración reverencial hacia Mariano Rajoy y Arenas. Al menos, eso trasluce.

Pelea por los restos

Dos o tres diputados. Ahí está el partido. Los que tiene que apuntalar el PP para hacerse con la mayoría absoluta o los que debe recortarle el PSOE para evitar que gobiernen. En el Parlamento andaluz se sientan 56 diputados socialistas, 47 populares y 6 de IU. La mayoría absoluta está en 55 escaños. El PP debería subir ocho, uno por provincia, pero no es tan fácil. En algunas porque ya ha alcanzado un techo difícil de batir, es el caso de Almería, y en otras porque el nuevo reparto de escaños lo complica. En Jaén se pierde un diputado a favor de Málaga. Los socialistas tienen estudios que señalan que si recuperan 125.000 votos pueden frenar la absoluta del PP. Se centrarán en Sevilla, Huelva y Jaén.

¿Y si deciden IU o UPyD?

El candidato de Izquierda Unida, Diego Valderas, candidato por Huelva repite por tercera vez (ya lo fue en el 2004 y el 2008) como aspirante de IU y no se ha librado de los habituales choques de trenes entre las distintas corrientes de la coalición. Se estrenan Pilar González (PA), con pocas posibilidades, o el candidato de UPyD, Martín de la Herrán, uno de los rostros que podría determinar el futuro político de Andalucía. Si no hay mayoría absoluta del PP, la llave del Gobierno andaluz podría estar en manos de IU, que debe decidir si se suma o no a una coalición de Gobierno con el PSOE. Esta mayoría de izquierdas no es tan fácil. Los socialistas miran de reojo al cabeza de lista por Sevilla, Juan Manuel Sánchez Gordillo, líder de la CUT, y uno de los diputados que más se resisten a dejar paso al PSOE. Lo ocurrido en Extremadura, donde IU entregó el gobierno al PP, tampoco es un buen precedente. Si Arenas se queda al filo de la mayoría absoluta y UPyD logra colarse en la Cámara andaluza, puede forjarse otra corriente. El partido de Rosa Díez ya ha dejado claro que dejará gobernar al más votado.

El paro, la reforma laboral y los ERE

¿De qué se va a hablar esta campaña? De paro, de crisis, de reforma laboral, de 30 años de gobierno y de corrupción por el caso de los ERE. Los populares, que tienen su campaña hecha desde verano, se aferran a la necesidad de cambio, al paro y al escándalos de los ERE. Los socialistas, que tratarán de pescar en el malestar social creciente por los recortes de Rajoy, pondrán el foco en la reforma laboral y el aumento del paro. La economía, lejos de mejorar con el PP en La Moncloa, está en caída libre.

Cambio o seguridad

El PP pide "el cambio andaluz". El PSOE llama a "Andalucía por el camino seguro". E IU se presenta con "Rebélate". Arenas pide una oportunidad para cambiar Andalucía de la mano del PP. Griñán advierte de que el cambio con la derecha es "a peor". Habrá debate a tres en Canal Sur pero no se sabe si se celebrará careo PSOE-PP. Sobre la campaña sobrevolará una huelga general y un ambiente de crispación y conflictividad social en aumento.