Varias familias egabrenses que residen en el eje del río Cabra en parajes como el Vado del Moro, El Fondón, Los Callejones o Huertas Bajas, vivieron en la madrugada de ayer unas horas angustiosas desde que, aproximadamente a las cuatro y media, una fuerte tormenta descargara algo más de 30 litros de agua por metro cuadrado en poco tiempo, provocando el desbordamiento del río y de arroyos como el Guadalazar, que hizo que tuviera que cortarse la antigua carretera a Lucena (CO-6212).

A partir de entonces actuaron los servicios municipales, junto a la Policía Local, Protección Civil y efectivos del parque de bomberos Lucena-Cabra, según explicó el segundo teniente de alcalde, Miguel Güeto, que junto a la alcaldesa, María Dolores Villatoro, y el primer teniente de alcalde, Manuel Carnerero, comprobaron sobre el terreno los daños causados.

Entre los destrozos más importantes se encuentra el ocurrido en el Vado del Moro, donde desapareció una balsa de riego por la fuerza del agua y se destruyó una nave hortofrutícola, cuya estructura quedó colgada en el aire sobre el cauce del río. También resultó seriamente dañada una línea eléctrica y el agua arrastró un caballo y un furgón.

En el paraje del Fondón, el antiguo molino quedó anegado, como la zona de las huertas de Los Callejones y todas las Huertas Bajas, donde muchas viviendas vieron cómo el agua alcanzaba más de medio metro de altura. Incluso en el cementerio hubo que achicar agua de una fila de bovedillas de restos familiares, al filtrarse toda el agua de un olivar cercano ubicado entre el camposanto y la carretera de Rute.