El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha optado por volcarse en Euskadi y Galicia durante la última semana de campaña para alejarse de la tormenta política desatada en Madrid.

Junto al candidato del PP a lendakari, Alfonso Alonso, que tiene las encuestas en contra para las elecciones de este domingo, Rajoy visitó ayer un centro tecnológico en San Sebastián. En una breve intervención, apostó por lograr un mayor desarrollo económico para crear más empleo, y para ello enumeró como claves la estabilidad política, las reformas, la investigación y la formación.

Rajoy presidió una reunión en Tecnalia, un centro de investigación puntero en Europa, para mostrar su apuesta por la «I+D+i» como motor del PIB nacional. Posteriormente, en un acto celebrado en la recién inaugurada sede del Partido Popular en San Sebastián, el presidente en funciones apostó por un País Vasco «cada vez más integrado en España y en la Unión Europea».

En esta recta final de la campaña, Rajoy y el PP se esforzarán en apuntalar a sus candidatos. De hecho, el presidente en funciones estará hoy en Galicia y, de cara al viernes, intentará regresar a ambas comunidades para cerrar la campaña.

MARCAR DISTANCIAS / De esta forma, el partido consigue también marcar distancias con la crisis interna que ha provocado la baja del PP de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá. El pasado viernes, con el objetivo de minimizar el impacto de esta situación en los procesos electorales, aseguró que la baronesa ya no es militante del partido, por lo que no tiene «autoridad» sobre ella.

Por su parte, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, mostró ayer su apoyo «al anhelo de mayor autogobierno» que reclaman los vascos. En un acto cargado de simbolismo, en la Casa de Juntas de Gernika (Vizcaya), y junto a la candidata a lendakari del PSE, Idoia Mendia, Sánchez apostó por el desarrollo del Estatuto de Autonomía de los vascos a través del diálogo con el Estado, lejos de «la división, la fractura, la ruptura y el enfrentamiento que defienden los soberanistas».

El líder socialista defendió «la imperiosa necesidad» de abrir un debate sobre la reforma de la Constitución, orientado a la puesta en marcha de «un modelo de Estado en sentido federal», que solucione los problemas de «convivencia territorial», «asegure la igualdad» de todos los ciudadanos y «mejore la calidad» de la democracia. H