"Si Fidel no hubiese hecho la genialidad…", dijo ayer José Luis Oltra que, sin querer hablar de nombres propios (como hace siempre) sí que dejó escapar dos protagonistas: el propio Fidel y Xisco.

Y es que el onubense, que ya hizo algún gol la pasada temporada y que en pretemporada ha dado muestras de su buen estado de forma, marcó el tanto de la victoria, aunque cree que el mérito es de todo el grupo. "Muchos más contento por los tres puntos. Era importante empezar bien. Veníamos de una temporada muy complicada. Contento por el gol y el equipo, pero sobre todo por la afición".

Chico obediente. El míster le pidió que saliese al campo y ganase el partido. Él cumplió. "Un poquito enfadado al principio porque pasaban los minutos y no entraba. Pero me ha llamado el míster y me ha dicho eso, que ganase el partido. Y si no, que sumase un punto".

Y aunque el triunfo y las sensaciones han generado cierta euforia en la grada, "hay que ser cautos, pero reconocer el partido completo ante un rival de los más fuertes de la categoría. Hemos puesto la primera piedra. Es un camino muy largo y esperemos que podamos estar celebrando algo tan bonito como lo que se celebró hace dos años".

Tampoco un Xisco especialmente activo en labores defensivas y volcado en la salida de balón de su equipo, iniciando desde muy atrás, se quiso colgar medallas. El grupo, el grupo, el grupo. "El equipo ha estado muy sólido, muy junto. Era importante empezar bien. El Valladolid va a estar arriba ahí también". Igualmente, "cada uno tiene que hacer el trabajo que le toca y así todo es más fácil. Todos hemos hecho un buen partido. Es el camino para ir creciendo. Tener los pies en el suelo, que todavía no hemos hecho nada, y hay que trabajar con humildad".

Y aunque no escapa a que su actuación fue más que destacada, "he intentado aportar mi granito en beneficio del grupo. Estoy contento de cómo me ha recibido la gente. Queda mucho. Hemos mostrado lo que somos capaces de hacer, ahora hay que mantener la regularidad para lograr los objetivos. La gente se va contenta".

Al igual que el año de Paco Jémez, y en contraposición al ascenso de Ferrer, "tenemos que hacer de El Arcángel un fortín. No muchos equipos de Segunda meten a 15 o 20.000 personas y encima que aprietan y suman. Que los que vengan sepan que será difícil llevarse un punto de aquí".

Y es que la parroquia blanquiverde no ha disfrutado de muchas alegrías en el último año. Bueno, en realidad en las últimas dos temporadas, cuando apenas ha visto ganar a su equipo, pese al ascenso. "Después de tanto tiempo sin ganar, era importante disfrutar de la victoria y acostumbrarnos a ganar, siempre sabiendo que cuesta mucho. Hemos sido justos vencedores".