El acusado admitió los hechos documentados en la causa, pero justificaba sus actos "alegando que el alcalde estaba autorizado para ordenar esos pagos pese a los reparos del secretario", pero que de no hacerlo "se estaría imposibilitando su labor política como alcalde y el Ayuntamiento no podría funcionar". Ramírez, que ya no es concejal, firmó pagos tanto para obras públicas --2.500 euros costó el monumento a la leona ibérica-- como "por trabajos en dependencias particulares", como el estudio de la infografía de una antigua cooperativa (2.100 euros). La sentencia se apeló a la Audiencia, que la devolvió al juzgado que ahora le condena.