La delicada situación por la que atraviesan las arcas municipales ha llevado al equipo de gobierno del PP a renunciar a la celebración del contrato de arrendamiento para la instalación del avión cultural situado en el Balcón del Guadalquivir, así como a la explotación del bar-cafetería anexo a esta aeronave DC-7 que el anterior gobierno municipal trasladó desde el aeropuerto hasta ese emplazamiento para que lo utilizarán los nuevos creadores contemporáneos en torno a un proyecto común.

Pero para poder arrendar esa instalación, el Ayuntamiento de Córdoba está obligado a acometer una serie de obras que técnicos de la Gerencia de urbanismo han presupuestado en 163.000 euros, y "dada la delicada situación económica por la que está pasando este Ayuntamiento no es posible acometer esas actuaciones puesto que no hay presupuesto disponible para ello", señala la concejala de Turismo y Promoción, Rosario Alarcón.

Así las cosas, la Junta de Gobierno Local aprobará hoy la renuncia al pliego de condiciones vigente para la explotación del avión cultural DC-7, para, posteriormente, sacar una nueva licitación en la que el adjudicatario se haga cargo del coste total de las obras y servicios necesarios para su utilización.

El avión revertirá a su propietario, Francisco Agulló, si en el plazo de dos años desde que se instaló en su nueva ubicación no se le da el uso cultural acordado entre el Ayuntamiento y su dueño. Ese plazo expiraría el 19 de marzo del 2013, según las condiciones con la que Agulló cedió la aeronave, que por escrito señaló que en el caso de que volviera a su propiedad se le debería indemnizar por ello.