dueños. Ellos me decían: "No se asuste usted". Y yo pensaba: "Esto me ha ocurrido como castigo por trabajar los domingos".

--Preside la Asociación de Profesores Eméritos de Andalucía.

--Luchamos para que el emérito siga vinculado a la universidad, mientras sus condiciones físicas se lo permitan, pues es un valor añadido. Como emérito puedo dar conferencias, pero no impartir clase reglada en la Universidad de Córdoba. Conozco a un emérito de la Universidad de Sevilla que da las mismas horas de docencia que antes de jubilarse. En el caso de la UCO, para dar clase, tengo que entrar con un becario o un colaborador para poder impartir docencia, ¿pero como voy a hacer eso con una persona que yo he formado?

--¿Cómo ha evolucionado Córdoba en los últimos años?

--Me podía haber quedado en Alemania o en la Complutense, pero he luchado por un modelo de Universidad y es al que aspiraba casi al 100%. Cuando en Alemania había ya autopistas, para ir a Sevilla íbamos por una pequeña carretera. El cambio en la Universidad de Córdoba ha sido muy importante. Mi generación ha conseguido un modelo universitario. Ahora la Universidad está en una situación difícil. Necesita un nuevo impulso financiero y, quizás, organizativo. Bolonia supone una revolución de los métodos de enseñanza, que requiere una nueva mentalidad del profesorado y de la Universidad. Es un reto tremendamente importante y no sé si seremos capaces de ver qué es lo prioritario en la Universidad, que está claro que es la docencia y la investigación y lo demás será un valor añadido. Pero quizás sea difícil formar alumnos según lo que demanda el interés social y empresarial.

--En 1999 iba como independiente con el PSOE a las municipales. Salió elegido, pero dejó el cargo antes de tomar posesión. ¿Volverá a la política?

--Lo he descartado totalmente. Cuando terminé el Rectorado me ofrecí a la ciudad para diseñar una política en la Diputación, pues me habían ofrecido ser presidente. La experiencia no fue positiva, ya que después de salir de concejal, el partido por el que iba en las listas no me permitía llegar al objetivo que nos habíamos marcado.

--¿Sigue el foro de opinión que impulsó hace años?

--Cuando me desvinculé del Rectorado monté un foro de opinión, Nuevo Milenio, con 160 personas de todas las ideologías. Estuvimos 7 años bajo la acogida de la actual Cajasol. El objetivo del foro era darle a la ciudad un marco de conocimiento y de crítica sobre cualquier tema. Auguramos la crisis inmobiliaria con bastante antelación a la misma y a su vez la crisis financiera. Desde hace unos meses estamos buscando patrocinador para seguir con el foro desde la independencia ideológica.

--¿Los proyectos en Córdoba no son nunca realidades?

--La clase intelectual intentamos sacar a la ciudad del bajo nivel que tiene. No sé si es problema de la propia Córdoba o de la clase dirigente. Una persona muy responsable me dijo que la culpa de los problemas de Córdoba la tienen los cordobeses y estoy muy de acuerdo. No hemos sido capaces de dar a esta ciudad el impulso que necesita, en el lugar que necesita. A ver si con la Capitalidad Cultural llegan nuevos aires y horizontes. Esta ciudad tiene el sector agroalimentario que necesita Andalucía y si ese sector no somos capaces de cubrirlo en el menor tiempo posible, otra provincia andaluza lo hará. En Rabanales 21 se necesitan empresas acordes a la producción de la provincia. ¡No vamos a producir aviones de combate! La ciudad debe plantearse nuevos horizontes, independientemente del sector del turismo, y no vivir de espaldas a su área clave, lo agroalimentario. Deberíamos intentar implantar aquí un instituto científico de ámbito nacional. ¿Se ha hecho en esta ciudad algo en los últimos 20 años, quitando a la Universidad? Sí, se han potenciado las comunicaciones, gracias al AVE y a que estábamos de paso para Sevilla y Málaga, pues sin el AVE estaríamos como Granada. Pero hemos perdido una riqueza cultural tremenda en el yacimiento de Cercadillas, que según estudios era el elemento arqueológico más importante del siglo pasado.

--De la ciudad de Córdoba, ¿qué le gusta más?

--Soy amante de su casco histórico, de sus callejas, de sus patios, de sus rejas y balcones, de sus olores, como el del azahar, el del jazmín, el de la dama de noche y el de los arrayanes.

--Y de la Córdoba de su niñez, ¿qué añora más?

--Me gustan sus callejuelas, las iglesias fernandinas, sus tabernas con sus patios. Aún recuerdo el patio de la taberna La Paz de Santa María de Gracia, con la peña El Limón de Ramón Medina, y actualmente la taberna de la Sociedad de Plateros, de San Francisco, y la de María Auxiliadora. Igualmente de vez en cuando recorro la Mezquita Catedral para impregnarme de su sabor histórico.

--Cuando empezó a estudiar Veterinaria, ¿imaginó que algún día se clonarían animales?

--He pensado siempre que la ciencia no tiene, ni debe tener límites.

--¿Quién será el próximo alcalde de Córdoba?

--Que sea el alcalde mejor para los cordobeses. Deseo que le ayudemos todos. Córdoba será lo que los cordobeses quieran. Estamos quejándonos siempre.

--¿Se vio censurado alguna vez por el régimen franquista?

--No, ya que me dediqué a mi formación científica. Sin embargo, presté gran interés en conocer los sistemas políticos de los países a los que viajaba.

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