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Tamara Morillo
Ver galería >Al menos son cinco los homicidios que pesan sobre José Jurado Montilla. Conocido como 'El Titi' o 'Dinamita Montilla', ha sido detenido en Badajoz el pasado fin de semana y es considerado por la policía un asesino en serie, protagonista de algunos de los episodios más sangrientos en Málaga en los años ochenta. Cuatro de ellos ocurrieron décadas atrás, pero en 2022 volvió a actuar. Es uno de los asesinos en serie de la crónica negra de España, pero no el único.
Al menos son cinco los homicidios que pesan sobre José Jurado Montilla. Conocido como 'El Titi', 'Dinamita Montilla', ha sido detenido en Badajoz el pasado fin de semana. Considerado por la policía un asesino en serie, es protagonista de algunos de los episodios más sangrientos de la crónica negra de Málaga en los años ochenta del siglo pasado. Cuatro fueron en los ochenta, pero en 2022 volvió a actuar. Es uno de los asesinos en serie de la crónica negra de España, en la siguiente galería recopilamos algunos más.
El Titi', 'Dinamita Montilla', alías que utilizaba para subir sus vídeos en TikTok, es el último asesino en serie detenido en España. Malagueño, fue arrestado el pasado fin de semana en Badajoz. El anciano, de vida errante, sembró el terror en los ochenta y protagonizó algunos de los episodios más sangrientos de la crónica negra de Málaga. Condenado a 123 años de prisión por matar a cuatro personas (dos turistas que estaban de acampada; Antonio Paniagua, exchófer del cantaor Juanito Valderrama, y un vecino cuyo cuerpo sin vida se encontró dentro de su cortijo, tapado con sacos). En diciembre de 2013, tras la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que tumbó la 'doctrina Parot' y redujo las condenas de criminales reincidentes, Montilla salió de prisión. Acaba de ser detenido por la muerte de David, un joven senderista de 21 años, cuyo cuerpo apareció sin vida en 2022. Se le investiga también por ser la última persona que estuvo con Ester, desaparecida en 2023.
Tenía 12 años y, tras verse acorralada, lo reconoció sin titubeos: "yo los maté". Año 1965. Murcia. Piedad Martínez, de 12 años, se hacía cargo de sus hermanos cuando sus padres iban a faenar. Era una familia obrera, humilde y numerosa. El 4 de diciembre falleció la pequeña María del Carmen, de apenas once meses. Una meningitis, certificó el médico que acudió al domicilio familiar. Lo mismo firmó cinco días después tras morir Mariano, de dos años. El 14 del mismo mes fallecía Fuensanta, de 4 años. ¿Una intolerancia? ¿Alguna enfermedad contagiosa? Cada cinco días había muerto un menor en la familia. El 4 de enero de 1966 lo haría el más pequeño de los supervivientes, Andrés, de cinco años. Tras la investigación, se halló la causa: los cuatro niños habían sido envenenados con un fuerte tóxico que les había sido administrado. "Estaba harta de cuidarlos, fui yo, ", afirmó Piedad.
Se llamaba Manuel Delgado Villegas y es considerado el mayor asesino en serie de la historia criminal española. El más atroz. Legionario de profesión, mataba por impulsos sexuales, por robar, porque alguien le había mirado mal... mataba por matar. Su último crimen, en 1971, fue el de su "novia", una mujer de 38 años con discapacidad intelectual, mientras mantenían relaciones sexuales. Cuando fue detenido contó sin tapujos que había asesinado a 47 personas más. Utilizaba una extrema violencia y violaba los cuerpos, indistintamente de su sexo, después de morir. Su mote le viene porque su padre vendía arrope, un típico dulce de higos.
Francisca Ballesteros Maravilla, Paqui, ama de casa de 34 años, conocida como 'La Envenenadora de Melilla'. Su apodo en las redes, 'Fogosa', lo usaba con asiduidad en multitud de chats. Poco a poco y con veneno, mató a su marido y a su hija de 15 años, y lo intentó con su hijo de 12 años también, para huir con sus amantes de Internet. Cuando fue detenida, confirmó el mismo modus operandi con otro de sus hijos, 14 años antes. Lo mató siendo un bebé. Está condenada a 84 años de prisión.
José Ignacio Orduña, 'el violador de ancianas' o 'asesino de Lesseps'. Su perfil criminal dibuja a una persona obsesionada sexualmente por personas mayores o de la tercera edad. Aseguran que se debe a que la primera mujer a la que vio desnuda fue a su abuela. Los tres primeros crímenes causaron un gran shock en la ciudad condal. Fueron en la plaza Ferdinand de Lesseps (Barcelona). Ángeles, de 91 años y Serafina, de 80, e Ignacia, de 76, fueron sus víctimas. Mismo modus operandi en las tres: extrema violencia. Solía seguir a sus víctimas hasta sus casas, en el umbral de la puerta les golpeaba en la cabeza, por la espalda, las arrastraba dentro de la vivienda y ahí, ya fallecidas, las ultrajaba y violaba. Fue condenado a 86 años de prisión, cumplió 18, salió de la cárcel y volvió a matar.
Gustavo Romero Tercero, conocido como 'el Asesino de Valdepeñas'. En 1993 atacó a sus primeras víctimas, Ángel Ibáñez y Sara Dotor, dos jóvenes enamorados que decidieron ir al Parque Municipal de Valdepeñas a pasear. El asesino atracó a la pareja y se ensañó con él. Lo apuñaló repetidas veces en presencia de la mujer, que intentó huir, sin éxito. La dejó inmóvil de un navajazo en el cuello. Luego la desnudó, la violó y la mató. En 1998, violó y estranguló a una mujer de 22 años, Rosana, que figuró como desaparecida durante cinco años, hasta que la mujer de Gustavo, cansada da malos tratos y violencia, rompió el miedo y lo denunció. En su testimonio contó que era el asesino de Rosana, y de la pareja de 1993. Fue sentenciado a 103 años de cárcel.
El suceso conmovió a la España de los 90 en Murcia. Una madre de familia que quería acabar con toda su familia. Lo consiguió a medias, mató a tres, le faltaron dos. Primero murió Pedrito (en 1982), luego su marido, Pedro (en 1990), y después la pequeña Susana (un años después). Los envenenó con sobredosis de insulina. Otros dos hijos se salvaron al ser detenida. Diagnosticada con síndrome de Münchhausen por poder, su objetivo era representar el papel de madre y esposa entregada que se desvive por su familia. "Están enfermos, los tengo que cuidar". Fue sentenciada a 89 años de prisión aunque solo cumplió16, fue trasladada a un centro psiquiátrico. En 2008 falleció.
José Antonio Rodríguez Vega, 'El Mataviejas"', mató y abusó sexualmente de 16 ancianas de Cantabria en un año (entre febrero de 1987 y abril de 1988), aunque hubo más. Aseguran que su madre lo echó de casa por agredir a su padre enfermo que estaba impedido en una cama, y que aquello despertó en él un odio que volcó en otras mujeres a las que violó sin piedad. Sus víctimas siempre tenían el mismo perfil: todas eran ancianas y todas vivían solas. Fue condenado el 5 de diciembre de 1991 a 440 años de prisión. Murió apuñalado por otros presos en la cárcel de Topas (Salamanca) en 2002, recibió más de cien puñaladas.
Conocido como 'el matamendigos', Francisco García Escalero asesinó a indigentes (daba igual hombre o mujer), apuñalándolos, degollándolos o destrozándoles el cráneo con una roca. Con una violencia atroz, los mutilaba y evisceraba, llegando a violar los cuerpos o a canibalizarlos. Nunca mostró arrepentimiento: "la cogí, la maté, le corté la cabeza y a otro le saqué el corazón y mordí un trozo", "matar no es fácil porque no se morían de momento"... Murió en agosto de 2014 en el centro psiquiátrico penitenciario de Foncalent (Alicante).
'La Reme', como solían llamarla, de 50 años y natural de San Cristovo de Dormeá (La Coruña), fue condenada a 144 años de prisión por asesinar a tres ancianas, e intentó matar a otras cuatro en Barcelona, entre junio y julio de 2006. Adicta al juego, trabajaba como cocinera en un bar de la calle Balmes situado en las proximidades de una comisaría de Policía, y seguía siempre el mismo patrón: ganaba la confianza de sus víctimas, todas mujeres de edad avanzada, en las plazas, iglesias y mercados. Una vez ganada, se introducía en sus casas, las sometía a golpes y terminaba estrangulándolas. Cuando fue detenida, los mossos hallaron en su domicilio más de 250 joyas de todo tipo y enseres de valor que habría sustraído a sus víctimas.
Dámaso Rodríguez Martín, también conocido como 'El Brujo' o 'Maso' porque desaparecía y aparecía como por arte de magia, siempre sembrando el pánico por donde pasaba. En 1981 atacó a una pareja que se encontraba en un vehículo, mató al hombre de un disparo y violó a la mujer. Por este crimen fue capturado y condenado a 55 años de prisión. Tras ocho años de internamiento, solicitó varios permisos que les fueron concedidos por buen comportamiento. En una de ellos no regresó, escapó y durante su huida mató a una pareja de ancianos, al varón también lo acribilló y a la mujer la violó y estranguló. Se suicidó antes de volverlo a detener.
El joven exmilitar Alfredo Galán, popularmente conocido como "El Asesino de la Baraja", fue condenado el 9 de marzo de 2005 por la Audiencia Provincial de Madrid a 142 años y 3 meses de prisión por matar a seis personas e intentarlo con otras tres en Madrid entre enero y marzo del año 2003. Mataba por la espalda y a quemarropa. Quería, simplemente -según sus propias palabras- experimentar la sensación de quitar la vida a un ser humano. La prensa le bautizó como el 'asesino de la baraja' ya que abandonaba un naipe junto a sus víctimas, elegidas al azar.
Uno de los primeros crímenes en serie en la España del siglo XX que tuvo lugar en el pueblo sevillano de Peñaflor. En una finca de la localidad aparecieron una serie de cadáveres, en concreto de seis personas, que habían desaparecido misteriosamente desde 1898. Todo resultó ser un entramado perfecto para robar y matar y es que, los crímenes fueron cometidos por José Muñoz Lopera y Juan Andrés Aldije, conocido como 'el francés'. Ambos habían montado una casa de juego ilegal, en la que asesinaban a los clientes que acudían. Tras salir a la luz, fueron condenados a garrote vil.
Cinco muertes le fueron adjudicadas. Sus dos hijos, María Luisa y Rafaelín, su marido, su tío y su madrina. Estos últimos se confirmaron tras exhumar los cuerpos para la investigación. Cólicos, diarrea, malestar digestivo y una muerte inevitable, fulminante. Su marido con los mismos síntomas, decía ella que murió del corazón. Al poco, se casó con un taxista, viudo también. Un aviso anónimo alertó a la policía: investiguen a la mujer. Arsénico utilizó. Pasó por diversas cárceles y fue condenada a 145 años. Por buen comportamiento le redujeron la pena, salió en 1986. Murió al salir, súbitamente, con terribles dolores estomacales. Nunca se ha aclarado si la envenenaron a ella también.
Se llama Joan Vila, pero es más conocido como 'Ángel de la Muerte' o 'El celador de Olot'. Auxiliar de enfermería, consiguió un trabajo en la residencia geriátrica La Caritat en el municipio de Olot (Gerona). El celador asesinó a once ancianos de la residencia entre 2009 y 2010. En ocho de ellos empleó insulina o una mezcla de sedantes y barbitúricos, pero luego continúo con un método más cruel. El forense habla de productos cáusticos: les obligó a beber lejía, amoniaco o un producto de limpieza similar. Tras verse acorralado, se declaró asesino confeso de las once muertes, asegurando que todos estaban a su cuidado y actuó por compasión, era su ángel de la muerte.
Ramón Laso se convirtió en el primer condenado por homicidio sin hallazgo de cadáver, sin testigos y sin confesión. Asesino reincidente, fue condenado en 1993 por los asesinatos de su primera mujer y su hijo de seis años, y en 2014 por los asesinatos de su segunda esposa y su cuñado. La primera muerte, su primera esposa, se contó como suicidio. No lo fue. Laso colocó su cuerpo ya sin vida en la vía para fingir que la había arrollado un tren. Poco después, moriría su hijo, de 6 años. "Sufrieron un accidente de coche". El vehículo cayó por un barranco, el turismo ardió y el menor falleció calcinado. Laso resultó ileso. Fue condenado a 56 años de cárcel por los dos crímenes. Tras salir de prisión inició una vida, una nueva relación. Al poco, "huyó" con el marido de su hermana. "Tenían un romance". Nunca se han hallado sus cuerpos. Laso fue condenado a 30 años de prisión.
"Las fuerzas del orden han encontrado esta mañana a la niña desaparecida. Estaba secuestrada por una mujer de unos cuarenta años, llamada Enriqueta Martí". Ocurría en febrero de 1912. La niña tenía la cabeza rapada y, obligada, contó a los agentes que su nombre no era Teresita, sino Felicidad. Conocida como 'la vampira de Barcelona', tildada de proxeneta y supuesta bruja, cuentan que asesinó a decenas de niños de entre 5 y 16 años en Barcelona a principios del pasado siglo. Se dice que secuestraba niños pobres para obligarlos a prostituirse o mendigar y una vez le dejaban de ser útiles los estrangulaba o apuñalaba, descuartizaba. Además, afirman que empleaba su sangre, grasa y médula ósea para preparar pociones. Murió antes de ser enjuiciada. Nunca se probó.
Se llama Joaquín Ferrándiz Ventura y sembró el pánico en Castellón. Fue condenado a 69 años de prisión por asesinar a 5 mujeres e intentarlo con otras dos. Vigilaba y perseguía a las víctimas. Después de su primer periodo en prisión volvió a delinquir y de una forma más atroz. Estando de permiso ejecutó sus actos más violentos. No ha iniciado ningún tipo de rehabilitación y a su salida del centro penitenciario en julio de 2023, declaró que "se irá al extranjero" y "no volverá a Castellón por respeto a sus víctimas".
Gilbert Chamba Jaramillo, "El Monstruo de Machala", fue condenado el 6 de noviembre de 2006 a 45 años de prisión por asesinar y violar, en noviembre de 2004, a la estudiante María Isabel Bascuñana, en Lleida. Le delató su pasado. María Isabel fue al menos su novena víctima, en su país natal Ecuador, violó y estranguló a otras ocho mujeres entre 1988 y 1993.
Es culpable de matar a Marta Calvo, cuyo cuerpo aún no ha aparecido, y a otras dos mujeres (Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas), y de intentarlo con siete más. Jorge Ignacio Palma, utilizaba un mismo modus operandi: contactaba con prostitutas, las contrataba y después las sometía a un ritual en el que les metía cocaína de gran pureza por la vagina o el ano. "Disfrutaba viéndolas convulsionar, porque con esa cantidad de droga de tanta pureza las estaba condenando a la muerte", afirmó la acusación en un juicio en el que fue condenado a 159 años y 11 meses de prisión. Siempre negó haber matado a Marta, dijo que murió accidentalmente tras una "fiesta blanca", tras consumir cocaína. Y que después la descuartizó y distribuyó en contenedores de basura.
"¿Se reconoce autor de esas muertes?" – le preguntó la fiscal. "Sí", respondió. Thiago Lages Fernández, acusado de asesinar a tres mendigos en Barcelona golpeándolos hasta la muerte con un palo o un tubo de metal. Aunque intuyen que hubo alguna víctima más. El asesino sembró el terror en 2020 en unas calles vacías por la pandemia en Barcelona. Caminaba errante, vagaba sin rumbo también, se cree que pudo haberlos matado por venganza debido a que fue expulsado de una casa abandonada donde residían otros mendigos y okupas. Afronta 63 años de prisión.
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