Marc Perelló: "No estudies un máster…"

En periodo pre-covid, muchas personas estudiaban un máster casi por inercia. Los más juniors lo hacían para continuar con sus estudios nada más terminar el grado. Y los más seniors, porqué han visto algún compañero de trabajo sacarse un máster también. Como punto de partida estaba bien. ¿Pero son buenas razones? Para nada. Un máster implica un gran compromiso, y vamos a explicar por qué.  

Puede que terminar el grado y querer seguir formándonos sea un catalizador que nos haga tomar la decisión de estudiar un máster. O puede que ver a ese compañero que acaba de terminar su máster, sea aquello que nos instigue a comenzar el nuestro. Y como base está bien. Pero jamás le podremos sacar todo el partido solo con estas razones.

Un máster en ESIC necesita una motivación mayor. Como reza la gran pregunta: ¿De dónde vengo, y a dónde voy? Es decir, ¿con qué base cuento y hacia donde quiero dirigir mi futuro laboral? Tener esto claro es tan necesario como el aire que respiramos. Solo así podremos hacer una buena elección que nos ayudará a conseguir nuestros objetivos personales.

Comencemos por el origen: ¿de dónde vengo? Si te acabas de graduar, tus estudios te servirán como base. En una Escuela de Negocios como ESIC nos llegan muchos alumnos de Marketing, ADE, o Publicidad, y también de carreras con una orientación similar como Comunicación o Periodismo, Derecho, Comercio o Estudios Internacionales. Estos grados sirven como base de lo que voy a seguir aprendiendo. Pero ¿hasta qué punto me condicionan? La respuesta es que no condicionan en absoluto. 

Tu background estudiantil o laboral establece tu conocimiento en relación con esa experiencia concreta, pero no es un corsé para escoger un máster. Como recién graduado, puedes escoger una disciplina totalmente distinta a la tuya. Como profesional, puedes utilizar el máster para reorientar tu marca personal y tus futuros empleos. Los másteres están pensados para que puedas usar lo que ya sabes, pero al mismo tiempo, se construyen entorno a una práctica constante que permite la rápida asimilación de nuevos conocimientos más concretos y relacionados con la especialización escogida. 

Y luego está la segunda pregunta: ¿a dónde voy? Esta es una pregunta clave. Si estás comenzando en el mundo laboral, el máster en ESIC te ayudará a focalizarte en algo concreto y a adquirir unos conocimientos en pocos meses que dentro de una empresa tardarías más tiempo en experimentar. Esto te pondrá en una clara ventaja frente a quienes no tengan esas nociones, y, por lo tanto, te ayudará a encontrar trabajo. En cambio, si ya llevas años en el mundo profesional, y eres lo que llamamos comúnmente un profesional sénior, el máster permite reorientar tu carrera profesional, ya sea para un cambio de sector, o para un ascenso. Aquí tendrá una especial importancia el escoger un máster de conocimiento transversal, o un máster de tipo más especializado, en función de tu motivación u objetivos.

Lo que está claro es que el máster deja una impronta muy fuerte como para dejar su elección al azar. Fijaros, yo soy publicista. Como tal, puse de título a este artículo un llamativo eslogan. ¿Por qué iba el director de una escuela de másteres a decirme que no estudie un máster? Bueno, ya ves que era una treta para hacerte reflexionar. Nuestro bagaje define cómo hacemos las cosas, y por qué las hacemos. Recuerda, tú tienes la última palabra. Busca algo que te motive realmente y que tenga sentido. Solo entonces podrás aprovechar tu máster en ESIC Business & Marketing School. 

Marc Perelló, Director Académico – ESIC Business & Marketing School Barcelona.