La Policía Nacional ha detenido en Almería a 14 presuntos miembros de una red que supuestamente captaba a mujeres extranjeras en situación irregular, a las que ofrecían conseguir una tarjeta de residencia presentando denuncias falsas de violencia de género, simulando ser víctimas de malos tratos de supuestas parejas con quienes pactaban el fraude.

La Comisaría de Almería informó que la operación Cárpatos comenzó en septiembre pasado, cuando los agentes recibieron las primeras informaciones sobre esta presunta organización, recopilando indicios suficientes sobre esta trama formada por personas de origen rumano y magrebí.

Las mujeres extranjeras eran atraídas por dicha organización, asegurándoles que se trataba de una «práctica sencilla, sin riesgos, y con la efectividad de conseguir en una autorización de residencia y beneficios sociales».

Una vez inducida la mujer, y siempre previo pago de una cantidad económica que rondaba los 10.000 euros, la organización desmantelada ofrecía los servicios de un varón, también extranjero, quien estaba dispuesto a simular que ambos tenían una relación de pareja.

Acudía a un lugar público, y en presencia de varios testigos, fingían mantener una discusión que derivaba en una agresión física sobre la mujer, siendo los testigos quienes solicitaban entonces la presencia policial.

Las declaraciones de los testigos pusieron de manifiesto la utilización de los mismos insultos y frases en español, para que fuesen «perfectamente entendibles por los allí presentes».

La falsa víctima, en el momento de la celebración del juicio, ratificaba su declaración, y a partir de ahí, se convertía en beneficiaria del elenco de servicios que la administración tiene establecido para las «verdaderas» víctimas de malos tratos. Para la concesión de la autorización de residencia temporal por circunstancias excepcionales no es necesario que el procedimiento penal concluya con una sentencia condenatoria, el actor agresor podía optar por esperar una resolución favorable de archivo de las actuaciones, evadirse de la justicia o aceptar una sentencia sustitutiva.