El precedente de Castellón

El 7 de enero del 2005, un grupo de 18 amigos --11 hombres y siete mujeres-- morían asfixiados en el albergue de Sant Cristófol, una casa rural de Todolella (Castellón), por inhalación de monóxido de carbono provocado por la mala combustión de una estufa. Igual que ayer, los fallecidos aquel fatídico día de principios del 2005 también habían alquilado la casa rural para pasar el fin de semana y celebrar un cumpleaños.

El suceso de ayer se produjo pocos días antes de que entre en vigor en Castilla y León una innovadora normativa sobre los establecimientos rurales, dictada por el gobierno autonómico como consecuencia del "crecimiento progresivo" que están experimentando los alojamientos de este tipo en la comunidad. El propósito de este decreto es "garantizar la adecuada protección de los turistas y de los recursos turísticos", reza el documento, publicado en el boletín autonómico el pasado 2 de diciembre.

Castilla y León es la comunidad autónoma que más viajeros recibe en alojamientos de turismo de rural en España. Los 548.979 turistas que la visitaron en el 2013, representa el 22% del total de España (2.500.441). La región se sitúa también a la cabeza en el número de pernoctaciones, que ascendió a 1.236.350 en el año 2013.