Los internautas que optan por socializarse a través de las redes en Internet son cada vez más jóvenes. Los siete años es la edad con la que los jóvenes, o mejor dicho, niños, entran en contacto por primera vez con las resdes sociales, indican los resultados de una encuesta de la Comisión Europea del pasado noviembre del 2010. Exponer los datos personales en Internet supone riesgos que, los internautas de tan temprana edad, no suelen tener en cuenta.

Los riesgos son diversos. Desde el uso de los datos personales para empresas de márketing y estrategias de publicidad, el hablar con desconocidos o hasta el robo y mal uso de las fotografías personales que uno cuelga en su álbum virtual. "Hay un descontrol total de los datos", aseguran los expertos.

La red social permite localizar y seguir la actividad de una persona. Es el caso de alguien que, en su perfil de Facebook, comenta públicamente que el próximo fin de semana se encontrará fuera de su casa. Esta información resulta de gran utilidad para quien planea robar en una vivienda. Para el mundo laboral también supone un riesgo. En España se adopta cada vez más el modelo estadounidense para la contratación de personal para las empresas. El sistema consiste en analizar el perfil y la actividad cibernética de la persona que solicita el puesto de trabajo. De esta manera la compañía crea el llamado currículum virtual y hace un proceso de selección previo a las entrevistas. Las empresas no perdonan el pasado de una persona, por lo tanto, uno debe controlar qué pone y qué se publica sobre él en las redes, por ejemplo las fotos en las que es etiquetado o los comentarios que hace en público. Incluso hay gente a la que han despedido de su trabajo por un comportamiento que se ha publicado.

Por otro lado, el riesgo más temido sobre todo por los padres de los usuarios menores de las redes sociales es el contacto que se establece con desconocidos. Según la encuesta de la Comisión Europea, el 56% de los internautas de entre 14 y 16 años han estado alguna vez en contacto, sin saberlo, con un desconocido a través del servicio de mensajería instantánea. "No hay seguridad en las páginas web", aseguran los expertos. La ley española dicta que la edad mínima para obtener de manera legal una cuenta en red social es a los 14 años, pero no se puede controlar la veracidad de los datos que se introducen al crear un perfil. Por lo tanto, puede ser cualquiera la persona que se encuentra detrás de la otra pantalla.