La reintroducción en el territorio de cachorros de lince ibérico nacidos en cautividad comenzará de forma continuada en el 2010, después de que este año se lleven a cabo experiencias piloto en Andalucía. Así lo confirmaron ayer el secretario de Estado de Medio Rural y Agua y presidente de la Fundación Biodiversidad, Josep Puxeu, y la directora del Programa de Conservación Ex situ del Lince Ibérico, Astrid Vargas, durante la presentación de un libro sobre este felino, uno de los más amenazados del mundo.

Vargas explicó que el lince es una herramienta de conservación y no solo merece ser conservado por sí mismo, sino también porque es el símbolo de un ecosistema que está en una mala situación. La investigadora estima entre 20 y 40 los ejemplares que pueden nacer anualmente en cautividad, con el objetivo de repoblar de linces zonas de monte y matorral mediterráneo y contribuir a la conservación de otras muchas especies animales y vegetales.

Es necesario contar con un núcleo de 60 reproductores para disponer de entre 20 y 40 ejemplares que pueden ser dejados en libertad cada año. Vargas reconoció que "queda muchísimo trabajo por hacer" y adelantó que el siguiente desafío es preparar zonas donde puedan vivir los linces.

Andalucía ya cuenta con un par de áreas seleccionadas para la reintroducción (entre ellas Sierra Morena) y se van a hacer las primeras pruebas este año. Además, el Ministerio de Medio Ambiente convocará a una comisión técnico-científica para designar las áreas potenciales de reintroducción más allá de Andalucía, en Castilla-La Mancha, Extremadura y Portugal.