El Papa Benedicto XVI quiso ayer poner algo de orden en las coloristas ceremonias religiosas que se celebran por toda Africa. El Pontífice alertó sobre el riesgo de que tanto baile tribal metido en una misa acabe desnaturalizando el verdadero sentido de la liturgia católica. O lo que es igual: que una cosa es incorporar elementos festivos a estos actos solemnes y otra muy distinta convertirlos en un remedo de las superadas ceremonias paganas. Benedicto XVI, el Papa que ha recuperado las tradicionales misas en latín y con el sacerdote de espaldas a los fieles, quiso poner coto a los desmanes que, a su juicio, proliferan en las misas africanas. "Estas celebraciones son festivas y alegres, pero es esencial que las mismas no sean un obstáculo, sino un medio, para entrar en diálogo y comunión con Dios".