Unas fotos de las estrellas más rutilantes de Hong Kong encamadas han causado el mayor escándalo sexual de la historia en China, arruinando carreras y matrimonios, y relativizando la eficacia de su censura. Los cientos de imágenes muestran al actor, rapero e ídolo de jovencitas asiáticas Edison Chen con una decena de cantantes y actrices famosas en encuentros íntimos. El material fue copiado en una tienda de reparaciones donde Chen dejó su ordenador portátil hace un mes, y desde entonces el goteo de instantáneas no ha cesado. En una rueda de prensa que paralizó Hong Kong, Chen afirmó el jueves que se retiraba del negocio indefinidamente. El marido de la actriz Cecilia Cheung, con un hijo, ha pedido el divorcio; el prometido de la cantante Bobo Chan ha suspendido la boda, y los conciertos de Gillian Cheung, la mitad del grupo de masas Twins , se han cancelado.

El escándalo también ha dañado al aparato censor chino y a sus miles de ciberagentes, a los que en Occidente se les atribuye una eficacia absoluta por impedir a los chinos acceder a las webs de Amnistía Internacional o la BBC, obviando su perfil abrumadoramente apolítico. En cambio, su curiosidad por las fotos porno de sus estrellas ha convertido a la publicitada gran muralla cibernética en un queso de gruyère: es difícil hallar a un joven que no las haya visto. La crisis se ha saldado con una veintena de detenciones (dependientes de la tienda de reparaciones, vendedores callejeros de DVD e internautas que han colgado fotos) y la exigencia de una disculpa pública a Baidu, el buscador chino más famoso, por no instalar un filtro eficaz.

La policía de Hong Kong fue la primera en admitir su fracaso en controlar el flujo de las fotos cuando estas pasaron a servidores de EEUU, Alemania o Australia, y de ahí llegaron a China.