Los técnicos del centro de control de la NASA en Pasadena (EEUU) entablaron ayer contacto directo con el robot Spirit , que se posó en Marte la madrugada del domingo, y comprobaron que se halla en buen estado y en el lugar idóneo. El todoterreno consagró su segunda jornada de trabajo a calibrar sus sistemas y a enviar nuevas imágenes, parcialmente en color, que servirán para elaborar una ruta de exploración libre de obstáculos. La NASA calcula que el pequeño robot, que sigue junto al módulo de aterrizaje, no empezará a caminar hasta dentro de una semana. Luego, si todo va bien, podrá recorrer 100 metros diarios.

Los primeros rayos de sol de la mañana despertaron al Spirit . Para que sus baterías solares no se gasten durante la noche, el robot entra en una especie de letargo que sólo interrumpe para transmitir, mediante su antena UHF, cuando pasa en su vertical alguna de las sondas en órbita marciana. Desde ayer, no obstante, este mecanismo de comunicación ya no es indispensable, puesto que el robot logró desplegar su antena principal y fue capaz de localizar la Tierra y de enviar información sin necesidad de ningún enlace. El éxito se repitió luego en sentido inverso, es decir, desde Pasadena se le envió una orden y la cumplió.

IMAGENES EN 3D Tras las fotos en blanco y negro captadas por la cámara de orientación (Navcam), la NASA empezó a recibir las primeras fotos en color realizadas por la cámara panorámica (Pancam), montada en lo alto del brazo telescópico del robot. El Jet Propulsion Laboratory (JPL), el centro que gestiona la misión, asegura que las fotos tendrán una resolución tres veces superior a las que envió Sojourner , el robot de la misión Pathfinder (1997), que entonces ya fueron celebradas por su alta calidad. A falta de su publicación, el aperitivo fueron ayer unas fotos en 3D visibles con unas gafas especiales y que han bastado para comprobar que la región donde se posó el vehículo es llana y no impedirá su movimiento.