RESUMEN DEL 2023

Otro año de claroscuro

Habrá que pedir a los Reyes Magos que vengan cargaditos de regalos y que, de una vez, distribuyan la riqueza en su reparto

En 2023, un nuevo conflicto bélico divide al mundo mientras continúa la guerra en Ucrania.

En 2023, un nuevo conflicto bélico divide al mundo mientras continúa la guerra en Ucrania. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

El año que acaba empezó en Córdoba como un año de promesas. Había expectativas de crecimiento económico, elecciones a la vista y un runrún de que, tras la pandemia, la guerra de Ucrania y la inflación disparada, las cosas volverían a su cauce. Lástima que el planeta ande de cabeza y que en medio de un cambio climático galopante, una sequía se cruzara en el camino para acentuar aún más la brecha entre ricos y pobres, esta vez de la mano de algo tan básico como la cesta de la compra.

Un producto tan elemental en esta tierra como el aceite de oliva, que se cotiza ya al doble y el triple de su precio habitual hasta hace poco, sirve de ejemplo para entender que ni la subida del salario mínimo interprofesional ni la de las pensiones ni la rebaja de algún impuesto haya servido para paliar la situación de las familias más vulnerables. A los precios desorbitados de los alimentos se ha sumado este año el in crescendo de los tipos de interés, que ha multiplicado la cuota de las hipotecas, haciendo que llegar a fin de mes sea para muchos una auténtica odisea.

La inestabilidad política provocada por la polarización ideológica que se vive en estos tiempos y una nueva guerra en la franja de Gaza, que se suma a la que sigue activa en Ucrania, tampoco ha jugado a favor de la ansiada recuperación, que habrá que encomendar, ahora que acaba 2023, al año siguiente. La única fuente de alegría, o una de las pocas, son los datos turísticos, que este año han despegado a lo grande, situando octubre casi por encima del mes de mayo. Aunque no está muy claro si ese sea motivo de alborozo o la constatación de que el cambio del modelo productivo que saque a Córdoba del vagón de cola del desempleo sigue pendiente.

En medio del huracán económico y el que se llevó por delante casi 300 árboles de la ciudad, a veces brillan rayitos de esperanza como las iniciativas que intentan arrancar del ostracismo a los barrios condenados a la pobreza: ya sea el trabajo diario de las oenegés, el proyecto Puerta Verde del Guadalquivir o el In-Habit de Palmeras. A los Reyes Magos, habrá que pedir que vengan cargados y que redistribuyan la riqueza en su reparto. 

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