FUERA DE CONCURSO

Patio serio y señorial donde los haya, como todo el arte que le rodea tanto en los dos edificios de los muros norte y sur: el Museo de Bellas Artes y el Julio Romero de Torres, respectivamente, como por el rehabilitado patio de la familia Romero de Torres al este (ver página siguiente) o por los dos bustos de insignes cordobeses que parecen velar por tan romántico entorno junto a un águila de Aurelio Teno. El pavimento de chino cordobés haciendo filigrana; los parterres remarcados con setos de lento crecimiento y azulejos antiguos, presididos por veteranísimos naranjos; la recuperada fachada del museo Julio Romero de Torres; el entorno de la histórica plaza del Potro; la vecindad con el antiguo hospital de la Caridad (sede del Museo de Bellas Artes) y su estética de los Trastámara... Todo transporta al visitante, a poco que se deje, a otra época, quizá no muy clara si entre el Renacimiento, el Barroco o el Romanticismo, pero en todo caso a tiempos donde, y más por parte de una familia como la de los Romero de Torres, se sabía disfrutar del arte y de la belleza serena de un patio.

CUIDADORES: Ayuntamiento y Diputación de Córdoba, a través de sus servicios al efecto.

EL DETALLE: Un águila de Teno y los bustos de Juan Valera y Romero Barros reciben al visitante mientras ‘vigilan’ el patio.

LA PLANTA: Los pequeños setos, de lentísimo crecimiento, en consonancia con el paso del tiempo en tan señorial recinto.