Le escribo ante la desesperación que nos causa la lamentable experiencia que estamos viviendo con la empresa Claros, concesionaria de la prestación del servicio de ayuda a domicilio de las personas mayores dependientes por parte del Ayuntamiento de Córdoba. En primer lugar señalar al Ayuntamiento como máximo responsable debido a la dejadez en el control y la supervisión de la calidad en la prestación.
Paso a contarle lo que nos está sucediendo y el motivo de mi carta. En cerca de dos meses que llevan prestando el servicio a mi madre la han dejado abandonada por no presentarse al servicio en más de cuatro ocasiones, o presentándose a horas en las que no debían, con la gravedad que conlleva dejar a una persona totalmente dependiente sin la asistencia necesaria. Una de las veces la dejaron sin almorzar y al intentar ella ponerse algo de comer se cayó y a punto estuvo de partirse la cadera.
Quiero puntualizar que las chicas que vienen son excelentes profesionales, el problema viene de la coordinadora que nos ha tocado, que al margen de las malas formas, es curioso que las comunicaciones con esta señora no puedan hacerse por ningún medio en el que pueda quedar constancia para luego contrastar el cambio de horas. Trato de llamar la atención desde aquí al Ayuntamiento de Córdoba como máximo responsable para que se implique en el control en las empresas en las que delega la prestación de un servicio tan importante como el cuidado y la atención de nuestros mayores.
