Diario Córdoba

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Juan Andrés Molinero

TRIBUNA libre

Juan Andrés Molinero

Pedroche vive la historia

Nadie de Andalucía debería perderse esta apuesta popular que derrocha arte, juventud y creatividad

El teatro popular de Los Pedroches sigue por sus fueros. En alza y apretando con fuerza. Con estridencia de calidad y ponderando valores de singularidad. Como he indicado hace semanas para villas convecinas, se trata de emociones álgidas de alto voltaje. La representación escénica de ‘Asonada’ de Pedroche (entre los días 25 y 28 de agosto) constituye el órdago del teatro popular de la comarca. Se trata ni más ni menos que del «no va más»; el triple salto mortal en una apuesta de mayor relumbrón de teatro de calle, compitiendo sin rubor con los gerifaltes de al lado que han dado ya sus pases, como ‘La Vaquera de la Finojosa’ (Hinojosa del Duque) y ‘Fuenteobejuna’. La capital histórica de Los Pedroches cumple ahora con la segunda edición de una obra que es, sin duda, una apuesta segura. El mayor ingrediente de estas escenificaciones se encuentra, con marchamo de garantía y emoción, en la participación de un pueblo que no es profesional de la escena. Es mucho más, porque son apasionados del arte de raigambre clásica, de ese que saca los colores a las verdades de la vida y el poder, la existencia humana, sin pizca de colorete ni emulación de actores de oficio. Son vecinos de la tierra que hablan por sus bocas sin aprendizajes superfluos de puestas en escena artificiosas. Los suyo es otra cosa. Es la vivencia de unos pasajes históricos que les corren por las venas con brotes de intuición. La mejor profesionalidad del teatro sale de dentro, haciéndolo todo a capela. El segundo pilar de sustentación de la obra se encuentra en la Historia, que brota por las grietas de la villa con hondo sabor: porque Pedroche no es lugar irrelevante de la provincia de Córdoba; es todo lo contrario, un pivote sustancial de un pasado remoto que trasciende por los vientos de la Historia, desde sus ínfulas prerromanas baedrenses (Baedro) al repositorio musulmán de la singular Bitraws, referencia de no pocas lides del Medievo meridional en los umbrales del segundo milenio de nuestra era; siendo además cabeza territorial de la primera Modernidad (s. XV) con el Castillo, que sienta plaza destacada en las tierras del norte de la serranía de Córdoba. Precisamente, la denominada ‘Asonada’ constituye un hito en la historia de la villa y su tierra, en sintonía con la Historia de España: pues el derrocamiento del Castillo -al alimón de muchas parcialidades y banderías feudales- no es otra cosa que el nacimiento del Estado Moderno que sentencian con firmeza sus altezas los Reyes Católicos, doña Isabel de Castilla y don Fernando de Aragón. Corren nuevos vientos en la Historia, y la vecindad de Pedroche no hace otra cosa que rubricar esa inercia con el desmoche del castillo contra el Señorío expansivo de los Messía de Santa Eufemia y La Guardia. La puesta en escena no es, por tanto, una simple representación, es una vivencia intrínseca de un pasado que define la historia de la villa. Son los mismos vecinos los que interpretan su historia; por sus lenguas fluyen las voces de los antepasados, sus iras y desventuras, inquietudes e ingenuidades, porque en toda asonada hay mucho de artificio y candidez desconociendo (en gran parte) los trasfondos de cuitas extraordinariamente complejas. El tercer gran pilar de la escenificación de la obra -que arrastra con valores primorosos- se encuentra en el espacio. Es la calle y el pueblo, en lo más álgido y encumbrado del antiguo castillo donde se escenifica la Historia; son los recodos del tiempo y del pasado, entre la parroquia del Salvador y la ermita de Santa María allá en lo alto, donde se puede escuchar el susurro de otros hombres y mujeres; las intrigas y desvaríos de un vecindario que se quiere hacer protagonista de la Historia. En un espacio tan cuidado de escenarios reales podemos apreciar, con alegría y contento, la solvencia de Hernán Ruiz II y escuchar el rumor del agua de la Reina Cava, que antaño forjó la leyenda del aljibe que aún oculta los pozos al arrimo de este teatro popular. Nadie de Córdoba ni Andalucía debería perderse esta apuesta popular que derrocha arte, juventud y creatividad. Con maravilloso cielo azul que también presencia cómo Pedroche vive su Historia.

** Doctor por la Universidad de Salamanca

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