En estos días me he enterado de que soy un «baby boomer», un producto social del Baby Boom de los años cincuenta y sesenta, una excrecencia indeseable de aquel desarrollismo franquista que volvió a traer la prosperidad a este país tras una guerra civil infame y un aislamiento internacional criminal al que no fue sometió ni Portugal, ni Vietnam del Norte, ni la China comunista, y del cual nuestros padres sobrevivieron gracias a la unidad nacional y a la carne, la leche y los créditos de Evita Perón. Un baby boomer -dice este gobierno socialista y comunista que tanto se preocupa por la gente- es un problema económico, o sea, que soy un problema económico. Al parecer, para este gobierno socialista y comunista que tanto se preocupa por la gente, el problema no es el derroche en políticas y leyes absurdas que retuercen la realidad y la naturaleza, no es el despilfarro de políticos analfabestias sin preparación que rigen el gobierno de una nación antigua cuya paz social aquilatada en las últimas décadas están a punto de desintegrar.

No, tampoco el problema es que los gobernantes de cualquier nivel cuenten con cientos de asesores, de privilegios, de vehículos, de oficinas y secretarías, de pensiones máximas agigantadas tras pocos años de politiqueos, no, el problema no es cada rectificación continua de sus paridas que nos cuestan una millonada, no, el problema no es la factura que regularmente nos pasa el separatismo para que mientras la pagamos nosotros algún espabilado se mantenga en la poltrona unos mesecitos más. No, decididamente, el problema somos los baby boomers, los que habiendo cotizado más de tres décadas, los que habiendo contribuido al sostenimiento de los que venían delante, vamos a ver nuestras pensiones reducidas porque… porque somos muchos y ellos, los gobernantes, necesitan más y más dinero para gastar. De la poca vergüenza socialista y comunista son ahora cómplices no sólo ciertos sindicatos sino hasta la CEOE: el soborno hace milagros. Ahora lo sé, no he sido una persona, un trabajador, un contribuyente, sólo he sido un puto baby boomer, un problema aplazado. Y ahora es cuando entiendo lo de la eutanasia.

* Escritor | @ADiazVillasenor