Es vergonzoso que no tengamos un comité de expertos y anuncie el Gobierno la creación de un comité contra la desinformación, gastando un dinero, necesario, en un nuevo aparato al servicio del poder. ¿Cuántos cargos y sueldos acumula ya Iván Redondo? Pero más escandaloso aún es que la desinformación parte del propio Gobierno: no hay bajada del IVA de las mascarillas porque se pierde recaudación, pero no lo dicen; o la seguridad con la que tanto Sanchez, Illa y Simón afirman que en enero se pondrán vacunas, cuando todavía la Unión Europea no ha cerrado el contrato de su compra. ¿Quién controlará la desinformación del Gobierno? La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) mostró su preocupación ante el «deterioro» de la libertad de prensa y del ejercicio libre del periodismo, por «el veto a los periodistas y a los medios y excluirlos como testigos de los hechos, en una intolerable estrategia que afecta directamente a derechos constitucionales de los periodistas y de los ciudadanos», por apartar a los periodistas del acto de firma del acuerdo de coalición entre el PSOE y Podemos. Lo dijeron hace un año. Hoy nada ha cambiado. Con el estado de alarma decretado en marzo vinieron las subvenciones a determinados medios, la no admisión de preguntas en las ruedas de prensa, el reconocimiento público de que la Guardia Civil trabajaba para minimizar la crítica al Gobierno y la anulación del Portal de Transparencia, que aún sigue inactivo. Con las actuaciones del Gobierno, sin luz ni taquígrafos como exigía Iglesias, con sus mentiras y media verdades, ahora, en pleno estado de alarma por un periodo de seis meses, sin apenas control parlamentario, la decisión de constituir un ministerio de la verdad resulta muy preocupante e inquietante al estar en juego los derechos fundamentales de prensa, de información, de opinión, de expresión, que se suman a otros ya limitados.

Ha sido noticia cómo las cadenas de televisión americanas CBS, ABC, NBC interrumpieron la transmisión del discurso de Trump tras el resultado de las elecciones por sus manifestaciones falsas. Y como CNN y FOX, aunque continuaron retransmitiéndolo, avisaban de la falta de veracidad. ¿Cuándo va a reaccionar la prensa en España? ¿Cuándo va a exigir verdades y el funcionamiento del Portal de Transparencia?, ¿Cuándo va a dejar de entrar al trapo en las maniobras de distracción?. Ya está bien.

No solo se falta a la verdad, tampoco se educa ni conciencia de los efectos de la pandemia. El programa Informe Covid de Iker Jiménez, con presencia íntegra de los que saben: científicos, sanitarios y técnicos, informa sin anestesia’ e intenta crear conciencia social y suplir la falta de estrategias de educación y metodología institucional. No hay ninguna campaña de publicidad del Ministerio de Sanidad frente al covid; muchos videos en redes sociales pero ninguna campaña institucional en los medios. ¿No es eso desinformación?. En televisión, ningún presentador, concursante, invitado o contertulio sale con mascarilla, a pesar de que se producen contagios por aerosoles. ¿Cómo se va a concienciar a la gente?. Y lo cierto y verdad, aunque el Gobierno diga otra cosa, es que muchos se quedan atrás y no, no salimos más fuertes. La prensa no puede callar ni estar silenciada, ha de exigir información cierta y veraz y hacerse valer. No a la imposición del silencio informativo. Ya es hora de que la prensa reaccione, la información veraz es la esencia de su profesión, pero también su obligación y responsabilidad con los ciudadanos.

*Abogada