La nueva consejera de Agricultura, Carmen Crespo, va a reunir el próximo viernes al Consejo Andaluz del Olivar, en el que está representado todo el sector, para analizar la caída de precios del aceite de oliva. El asunto es de gran importancia por la potencia productora de Andalucía, muy especialmente la de las provincias de Jaén y Córdoba. La oscilación de los precios del aceite es una fuente constante de preocupación para el sector olivarero, y está relacionada con la producción de las distintas campañas. Su regulación para crear estabilidad en los mercados exigiría un concierto de todos los operadores, desde productores hasta envasadores y comercializadores. Todos los consejeros de la Junta lo han intentado. Ojalá ella lo consiguiera.