Pues sí. Lo determinó en el 2005 un investigador de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), Cliff Arnal, que, poniendo en relación variables como el clima, el salario, los propósitos de año nuevo que empiezan a incumplirse, las nostalgia de la Navidad y hasta las deudas contraídas, asegura que el tercer lunes de enero --o sea, el día 21-- es el lunes más triste del año,. La idea caló, de manera que esta fecha se conoce como Blue Monday, y, según la compañía hotelera Barceló, hay decálogos para combatirlo, desde cócteles antioxidantes hasta actividad física, leer, rodearse de cosas bellas y darse algún capricho. De ir a trabajar porque es lunes no dicen nada.