Pedro Sánchez, quiere sacar a Franco del Valle de los Caídos. Como suele pasar en la mayoría de los temas que tengan que ver con la dictadura franquista y la Guerra Civil, hay dos bandos. Unos que están en contra y otros a favor. También están a los que les da igual, pero a estos no nos vamos a referir porque estos como suele pasar ni quitan ni ponen rey, en este caso lápida nueva.

Resulta que quiere sacar a Franco del Valle de los Caídos, y más concretamente de la basílica. Pero en ella, por cierto, regentada por los monjes benedictinos y propiedad de la Iglesia, no sólo está enterrado el dictador. También está Primo de Rivera y, ni más ni menos que en diferentes criptas y pisos, 33.833 cadáveres, de los cuales 12.410 son de personas desconocidas, lo que lo convierte al conjunto en la mayor fosa común de España. Por cierto, la dictadura decidió trasladar allí miles de cuerpos de republicanos represaliados, en muchos casos, sin permiso ni conocimiento de sus familias.

A dónde queremos en principio llegar, pues que el cadáver de Franco, posiblemente es uno más de los miles de cadáveres que no solamente no debieron llegar a aquel recinto, sino que ahora tampoco los debería acoger o quizás sí. En la mayoría de los casos, me refiero a los difuntos identificados, debiera depender en primer lugar de la voluntad de los familiares, de los seres queridos, de las personas a las que pertenece esa memoria no histórica, pues la otra, la histórica, no sólo está para hacer justicia, sino dar la posibilidad de entregar ese difunto anónimo que yace en el Valle de los Caídos a sus familiares. Si se quiere implementar la justicia histórica y la de la dignidad de los difuntos y de sus familiares, no se puede considerar sólo la exhumación y recolocación de los restos de Franco, que por cierto un nieto suyo señaló que el dictador quería ser enterrado en el panteón familiar de El Pardo. Pero Sánchez sólo ha invocado a un muerto. Y cuando uno juega a la ouija ya sabe lo que pasa. Puede que el espíritu del difunto interfiera en la realidad. En la nuestra.

* Mediador y coach