Si mi padre viviera, hubiera comentado con él lo de la marea Valentín. La verdad es que lo comento, aunque él ya no esté, ustedes me comprenden. Cuando se puso en marcha esta marea recordé enseguida lo que me dijo Rafael Olmo: «Si yo tengo algún día cáncer --que no era el caso-- no lo ocultéis, decídselo a todo el mundo, que los que quieran recen por mí, que todo el mundo me comprenda». Eran los años en los que los médicos informaban a los familiares, no a los enfermos, y en los que no se decía «cáncer», como recalca también Valentín, sino «una larga enfermedad». El paciente se reconcomía, sufría en una nube de eufemismos y elusiones, quería y no quería saber, con la información dosificada por la familia y los facultativos. Luego las cosas cambiaron, y ya los médicos hablan con claridad al paciente. Con claridad y con diversos grados de sensibilidad que van desde la crudeza hasta la sabiduría de intuir --benditos sean-- lo que el enfermo quiere saber, con palabras directas o con tecnicismos cuando la verdad desnuda es insoportable. Porque también funciona el autoengaño, y algunos lo necesitan. Cada cáncer es distinto y cada enfermo también. Los hay que se fingen en la inopia, los que optan por no profundizar, o los que lo llevan con naturalidad. Y los ha habido, durante muchos años ---cruel castigo añadido-- que ocultaban lo que les pasaba, porque el cáncer era un estigma, algo que la sociedad no quería tener a la vista.

Las cosas ahora son distintas, pero la palabra «cáncer» hunde al que la recibe en la consulta y genera un miedo que no se apacigua aunque la supervivencia sea muy alta. Y aquí entra Valentín García, el periodista de Canal Sur Radio, un buen profesional y un hombre muy querido, al que diagnostican cáncer de pulmón. Valentín lo cuenta en Twitter, dice que lo va a afrontar a cara descubierta, e inicia su batalla, de la que nos va informando, creando en torno a él una comunidad que le da aliento, que comprende su sentir. En el intercambio llega un día muy duro, cuando aparece la metástasis. Y otro, cuando empieza «primero de quimioterapia», dijo en un tuit al que inmediatamente se sumaron no solo palabras de ánimo, sino la experiencia de cientos de personas que, como él, empezaban la quimio, o la habían pasado. Esta semana, tanto la Cadena Ser como Tom Martín Benítez en Canal Sur han entrevistado a Valentín García, y su mensaje ha hecho mucho por los enfermos y sus familias. Hay que reconocer el miedo, hay que afrontarlo, no hay que ocultar el dolor, hay que mantener la esperanza, confiar en los médicos, recibir el cariño de los que nos rodean... La marea Valentín es una puerta a la esperanza y ha permitido a miles de personas compartir sus vivencias y sentirse acompañadas. Este periodista ha hecho aflorar lo mejor del ser humano en las redes, y todos nos sentimos implicados en su batalla.