Llevo con éste ya veinte años escribiendo para ustedes, pero este año es diferente, porque dentro de mi corazón hay algo que me dice que éste es el año de la verdad, una verdad tan ansiada que me pongo a pensar muchas veces y no sé cómo seremos capaces de afrontarla.

En estos veinte años transcurridos me ha dado tiempo a reflexionar y a ver que si hemos sido capaces de estar ahí, al pie del cañón, luchando día tras día para que se hiciera realidad nuestro sueño más ansiado, que es que haya justicia para Soledad, es porque ella siempre ha estado con nosotros acompañándonos, ayudándonos en el día a día a levantarnos a no caer y a hacernos ver que todo es posible, que el que la sigue la consigue y aquí está la mejor prueba.

Hemos estado luchando porque este asesinato no quede impune, y por lo menos hemos conseguido que se reabra el caso, y eso no es poco, porque después de veinte años, ver que podría hacerse realidad nuestro sueño, para nosotros es una satisfacción tremenda, porque poco a poco se van encaminando las cosas y volvemos a tener fe en la justicia y a darnos cuenta de que merece la pena luchar y que todos juntos somos capaces de conseguirlo.

Desde aquí quiero agradecer a tanta gente que nos ha apoyado que ha estado con nosotros durante estos largos años y siguen estando en este duro caminar.

Gracias de Corazón.

(Familiares y amigos de Soledad Donoso dedicaron ayer una misa en su memoria oficiada en la parroquia de Santiago).

María del Mar Donoso Toscano

Hemana de Soledad Donoso